“Hay algo peor que la angustia de la página en blanco. Algo peor que no tener ninguna historia que contar: es haber oído demasiadas, y no poder olvidarlas.”
FABIAN POLOSECKI (1964-1996)

viernes, 22 de agosto de 2008

QUÉ LASTIMA, PERO ADIOS...


Este cuerpo se despide, este blog se tomará unos días. No es por vacaciones, ni por trabajo. Tampoco les estoy dando la primicia de un suicidio cibernético. No ingeriré cicuta, como el gran Sócrates, ni hibernaré lo que queda del invierno. Sólo se trata de un mero cambio geográfico, una simple rotación temporal. Resulta que estoy partiendo a España. A mediados de septiembre cursaré materias en la Universidad de Salamanca, y estaré allí hasta febrero del año que vendrá. Pero antes andaré dando vueltas por otros lados. Una vez que encuentre un refugio apropiado, cuando esté asomando el otoño español, retomaré mis lineas por esta vía. Hasta entonces. Salud!





martes, 19 de agosto de 2008

COINCIDENCIAS

Estoy leyendo el libro que el periodista Franco Lindner escribió (una especie de biografía novelada) sobre el enigmático John William Cooke. Lo vengo apurando al "gordito"de 329 páginas, y por ahora viene muy bien.
Comparto con ustedes un extracto que me llamó la atención, fue como un dejavu de algo que vivmos los argentinos en medio del conflcito gobierno-campo. Es una pincelada de la conducta política que la "clase-bien" porteña tuvo (históricamente) y tendrá respecto a gobiernos populares o populistas, todo según quien le ponga el cascabel al gato; y al mismo tiempo refleja la idea de algunos, encarnada en el efusivo J.W.C, sobre el complejo entramado social argentino.
En la reconstrucción histórico-literaria que hace Lindner; Cooke y su mano derecha, César Marcos, van caminando por la calle, rumbo al departamento del primero, días después que la Revolución Libertadora hace renunciar a Perón y toma el poder por la fuerza.
Lindner nos cuenta que...

"Salieron. El estruendo de la batalla se había transformado en una mezcla de murmullos y risas complacidas. La avenida Santa Fe estaba de festejo. Aquí y allá, asomados por los balcones, los señores levantaban sus copas de champaña y se felicitaban unos a otros.
Cooke sintió el impulso irracional de sacar la 45 del bolsillo interior del saco. Eran sus vecinos de Barrio Norte, personas instruidas y políglotas como él. ¿Quién estaba descolocado? ¿Aquellos "gorilas" que celebraban la caída de un líder popular o el bon vivant de apellido inglées y gustos caros que odiaba a los de su propia clase social?
- Dejalos- le dijo César Marcos-. Ya se les va a acabar la fiesta.
John escupía rabia por los ojos. Levnatando su copa de champaña imaginaria contestó:
- César, hay que quemar cuarenta manzanas de Barrio Norte. Sólo así se salva este país.
- Las tenés contadas- lo palmeó su amigo."


Cooke, el heredero maldito de Perón, Página 92, Editorial Sudamericana.

sábado, 16 de agosto de 2008

BOMBA DE TIEMPO


Hace 13 años, exactamente el 3 de noviembre de 1995, una seguidilla de explosiones hicieron que la señorita Charo despegara sus pies del suelo unos 5 centímetros, inmediatamente después que la onda expansiva rompiera el vidrio de nuestra aula en cientos de pedazos.

Tenía 9 años, estaba en cuarto grado y nunca había visto algo así. Las detonaciones, incesantes, se escuchaban con claridad a pesar de los 15 kilómetros que separaban a Almafuerte de Río Tercero. El piso temblaba y algunos pensaron en un terremto.

En 10 minutos evacuaron el colegio y nos mandaron a todos a formar una ronda gigante, tomados de la mano, en el patio de baldosa, donde izábamos la bandera todas las mañanas.

Luego de que cada grado interrumpiera sus clases, salimos afuera y vimos un gigantesco hongo de humo que crecía en el aire. "Es la fábrica, es la fábrica, explotó la fábrica". Se escuchaban gritos y llantos. Hasta sirenas de ambulancias. Muchos de los padres de mis compañeros trabajaban en Rio Tercero. El tiempo pasaba y todo se ponía más espeso. Las informaciones eran confusas. A eso de las diez de la mañana empezaron a llegar los padres para retirar a sus hijos. Mi vieja cerró la casa con llave y nos cargó a los tres en el auto. Nos fuimos a Córdoba por el lado de las sierras, esquivando el epicentro de la catástrofe; con una radio portátil encendida a todo volúmen porque el Fiat Vivacce modelo 93 no traía estéreo.

Una vez instalados en Córdoba, y asegurados que nuestros familiares y conocidos estaban bien, prendimos la televisión y las imágenes que devolvía el Telefunken de mi Tía Norma parecían sacadas de una guerra. Escombros, esquirlas, humo, fuego, casas y autos destrozados, gente corriendo desesperada pidiendo ayuda.
Luego hubo una conferencia de prensa del entonces Gobernador Ramón Mestre y del Presidente Carlos Menem, ambos aseguraron que se trató de un "accidente". No tardaron en llegar las voces que alertaban sobre la conexión entre la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador y los sucesos de esa mañana. Al parecer había armamento que debía "desaparecer" de la Fábrica Militar, y no repararon que una ciudad podía volar por los aires. Hubo siete muertos. Fue el tercer atentado en la era menemista, todos impunes.

Hoy leí esto y me puse contento. Para los que vivimos de cerca aquella trágica mañana, es una luz de esperanza que la justicia, después de 13 años, empiece a remover los escombros de una causa, que como la ciudad de Río Tercero aquel 3 de noviembre, estuvo a punto de desaparecer.

viernes, 15 de agosto de 2008

¿QUÉ ES EL PERONISMO?



Martín Caparrós levantó la polvareda en un lúcido y polémico artículo. El ex montonero de pelo calvo y bigotes simpáticos piensa del peronismo lo mismo que Nietzsche pensaba de Dios. Dice que no existe. Ha muerto. Es tantas cosas, que no es nada.

"El peronismo es un engaño, un arma: les sirve a los autodenominados peronistas para convencernos de que son parte de lo mismo y, por lo tanto, los demás deberíamos considerarlos como un todo, votarlos como un todo, temerlos como un todo."

Para vos, ¿Qué es el peronismo?

viernes, 8 de agosto de 2008

PANDE (O) MONIO

Lo de esta señora con botas ya es nefasto. Vean cómo reaccionó ante la lectura del fallo que condenaba a represores de la última dictadura militar en Corrientes. Y saquen sus propias conclusiones.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Parece que la fiesta terminó


Hoy el Ministro del interior, Florencio Randazzo, trató a la provincia mediterranea de partuzera. No habló de resaca, de fernet, de speed con vodka, de show de odaliscas. Habló de las cuentas fiscales que administra el ex ultra k Juan Schiaretti. Palabras más, palabras menos dijo que la fiesta de Córdoba la pagarán los cordobeses.
Después de la masiva marcha de estatales repudiando el recorte en las jubilaciones de más de 5.000 pesos, los ataques de vándalos en el centro de la ciudad, y la posterior represión policial, el encargado nacional de lidiar en la relación con las provincias se despachó con todo, y le hizo saber al Gobernador que la Nación no le debe un mango.
José Manuel eligió a Juancito como Ministro de producción y después como vicegobernador. Ambos dijeron que el gobierno de Néstor fue de lo mejorcito que dio el pais. Ambos apoyaron a Crsitina, aunque en Córdoba en 2003 el kirchnerismo salió quinto y en 2007 quedó tercero. Ahora los que eran los mejores del grado nos "ahogan financieramente y no nos pasan lo que nos corresponde". Parece una escena casi adolescente, cuando se prestaban los autitos y jugaban juntos eran una postal de bondad y ternura, y ahora que la niña Cris, y su lugarteniente niño Florencio se enojaron, son malos y nos quieren pegar.
La dinámica politica los llevó a tragarse sapos, muchos. Ayer, cómplices; hoy, traidores. ¿Y los que no estuvimos en la fiesta? ¿Quedó algo para nosotros?
Como rezaba aquel cántico infantil: "El que come y no convida, tiene un sapo en la barriga." Que empacho que se agarraron estos muchachos. Nunca vayan a invitar, eh.
Que hubo fiesta, nadie lo duda. La pregunta que cae de madura es: ¿Quién pagará los platos rotos de la fiesta DelasoSchiarettista?