“Hay algo peor que la angustia de la página en blanco. Algo peor que no tener ninguna historia que contar: es haber oído demasiadas, y no poder olvidarlas.”
FABIAN POLOSECKI (1964-1996)

jueves, 30 de abril de 2009

LADRIPROGRESISMO

Así... no, Aníbal.
El papelón que el cuñado de Alberto Fernández protagonizó frente a las cámaras de Canal 13 repercutirá en las elecciones del 28 de Junio.
Pensar que venía tercero -y subiendo- después de los máximos exponentes de la "nueva política" porteña, Gabriela y Alfonso.
Las últimas encuestas marcaban:
Gaby: 37%
Alfonso: 25%
Aníbal: 18%

Qué lo pario!, dijo Mendieta, le salió el tiro por la culata. Pregunta: ¿A dónde irán los votos que seguramente perderá Ibarra?
Imagino que podrían ir a parar a las urnas de Solanas,Telerman o Heller. En ese orden.

sábado, 25 de abril de 2009

La generación perdida descubre la salsa de amapolas


Leer a Daniel Salzano es como tomarse un vaso de agua helada cuando la garganta está seca como un charco recauchutado por el sol.
Es el poeta cordobés que mejor pinta historias en el papel. Todos los sábados escribe la columna Quiénes y cuándo en La Voz del Interior.
En el artículo de hoy, titulado "La generación perdida descubre la salsa de amapolas", hace referencia al reencuentro con sus viejos compañeros de secundaria. Es el único de 14 comensales que no tiene celular. Recuerda nombres de profesores, se pregunta por los compañeros que no asistieron a la cena, analiza la metamorfosis que sufrió la palabra -según él impecable y decisiva- "Boludo" y tantas delicias más.

Lean y disfruten. Acá van algunas pinceladas por si son perezosos y no leen la nota completa.

"Siendo las dos menos cuarto advierto que si me apoyo en el respaldo de la silla y me echo para atrás, la plaza San Martín se tambalea. La iglesia Catedral, tenue como la bruma, se deja absorber por todo el cielo."

"En un momento dado se me resbala la servilleta y va a parar al piso. Cuando me inclino a recogerla obtengo como recompensa un extraordinario plano de los pies de la promoción. Todos en pata: medias negras y pies hinchados sobre la gloria bendita del mosaico fresco. Un mocasín, solitario, navega a la deriva."

" Palabras utilizadas con insistencia durante la cena: chupina, suspensión, timbre, diciembre, marzo, colesterol, glucemia, Viagra, nuera, corrupción, capotón, bolilla, bolillero, trimestral, culasón, Alfonsín, Alfonsín, Alfonsín."

" ¿Así que este es el famoso strudel de manzanas con salsa de amapolas?
Muñoz, en un susurro, le pide al mozo que se lo cambie por un flan. Con dulce de leche."

"A través del hilo musical, se escuchan dos temas de Sinatra: Llévame volando a la luna y Tenías que ser tú. A ver si de una puta vez empieza el otoño."

"Creo que cuando los hombres cumplen sesenta años se convierten en santos."

"Bajo un cielo remachado por estrellas, un puñado de alumnos del Belgrano chamuya como si, por un instante, hubiera tomado la ciudad."

Para la barriada poco adepta a la holgazanería, les dejo la pared completa pintada por Salzano

lunes, 20 de abril de 2009

Y ERAS DE VERDAD

Y ahí es cuando se enreda y cae de boca al suelo,
Su único merito es poner las manos.

Junta los restos de vidrio y sigue.

Carne de cañón de la soledad,
Aliada incondicional de los contratiempos.

Siempre tarde, aunque vaya a ninguna parte,
No lleva reloj porque le irrita ser consciente de su impuntualidad.

Se atropella en el espejo que le avisa sus defectos,
Y sale corriendo y tropieza para decir que existe, que es de verdad.

Quedan vidrios desparramados en el piso, los pisa y sigue.

La vez que la ví era una ilusión,
Y cuando salió corriendo caí en la cuenta que era de verdad,
De carne, hueso, lágrimas y pasado.

Y ahora es una escultura que cuelga en mi memoria,
Pero hay una duda que no me deja caminar liviano,
Un signo de interrogación que se cuela en mis zapatos:
¿A esas esculturas hechas de pedazos de pasado hay que
Esculpirlas o escupirlas?

Partículas transparentes se ponen nerviosas y son ignoradas.

Los pies pesan más de la cuenta, la pregunta se pone
Cómoda y ya calza 43.

Clavada en la sien, pendiendo de ese hilo zurcido a golpes,
Se siente la más desafortunada de las olvidadas a voluntad.

Ya nadie sabe qué hacer con ella. No hay artistas que quieran esculpirla,
No hay vengadores que quieran escupirla.
Ya nadie. Sólo él y su memoria.

Ni los vidrios que agonizan de celos en un rincón la miran de reojo.

sábado, 18 de abril de 2009

¿LO QUE? LO QUE HACE CUANDO NADIE LA VE

Dibuja en una servilleta garabatos que jamás le mostrará.
Canta, con cara de participante de operación triunfo, mientras se ducha.
Silba bajito en las esquinas y fuerte a mitad de cuadra.
Lleva los pantalones caídos y las manos en los bolsillos.
Putea.
Se acaricia el pelo con la misma mano que para el taxi y con la otra (para ella, la menos hábil) le hace señas al bondi. (el subte, al igual que los telos, le da claustrofobia)
Cruje los dedos, al menos, tres veces al día.
Duerme cuarenta minutos de siesta.
Espía a los vecinos.
Cuando se aburre, da vueltas a la manzana y toca timbres al azar.
No se ríe todo el tiempo... Y está bien que así sea. Hay que desconfiar de las que piensan que sacar una sonrisa es tan fácil como estacionar de culata en un descampado.
Lleva una hora menos en su reloj. No vive en San Luis. Pero de pequeñita nomás, sintió que llegaba tarde a todos lados.
Habla con el portero sobre el pronóstico del tiempo y de cuánto aumentaron las expensas. !Qué locura!,dice siempre al final.

Dicen que es una mina muy personal. Yo no la conozco, eh. Pero me han hablado tanto de ella que me dan ganas. Voy a ver si un día de estos averiguo la dirección y me paro en la puerta. Al menos voy a corroborar lo del portero y lo del ring-raje. Creo que lo demás es materia conversable. Eso de la claustrofobia me hace un poquito de ruido... ¿a vos no?

jueves, 16 de abril de 2009

MUÉRETE Y VERÁS

Sublime aporte de la revista Barcelona a la necrofilia esquizofrénica criolla. Pareciera que cuando nos empiezan a tapar el sobretodo de madera con paleadas de tierra, nos volvemos mejores personas.
Ya le pasó a Alfonso... ¿Qué haremos con el resto? ¿Quién será el próximo? Uh, sí. Yo también pienso que es él, y por las dudas toco madera.


(Agrandá la imagen haciendo click)

lunes, 13 de abril de 2009

ESCENAS DE LA VIDA POSMODERNA



Ayer le corté el teléfono a Beatriz Sarlo. Eran las 15.52 y la señora del otro lado del tubo decía en forma de cascadas ascendentes cosas como las que siguen:

“No le voy a poder aportar nada a su investigación.”

“Yo cuando me siento a conversar con alguien es porque tengo algo interesante que decir, y no creo que sea este el caso. No sé nada de televisión.”

“No podría hablarle de Tato Bores, debo haber visto 5 programas de él en toda mi vida, además casi no veo televisión y no podría compararlo con la actualidad.”

“El humor político no me interesa.”

“Lo que le puede servir está en mis libros, de videopolítica no sé más que lo que allí puede encontrar, más no le puedo agregar.”

“No es mi intención discutir con usted, no lo conozco.”

“Es estéril esta conversación. Disculpe señor.”

Me surgen varios interrogantes, como yuyos que crecen entre la baldosa de cemento: ¿Qué le pasó a Betty? ¿Por qué se calentó y me despachó con altura? ¿Honestidad brutal? ¿Falsa humildad? ¿Fiaca intelectual? ¿Le habré cagado la siesta?
Me inclino por esta última.

¿CÓMO LO VES?


Como diría Don Cara de Libro, "A mí me gusta esto".
El juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, tiró el tema sobre la mesa. Y ojalá recogan el guante quienes deban hacerlo. Básicamente habló de reformar la constitución para "pasar" de un sistema presidencialista, al que considera "agotado", a otro parlamentario.
Al primero que se lo escuché fue a Binner, hace un tiempo. Les dejo las frases textuales que espero sirvan para empezar a debatir en serio qué sistema político-institucional deberíamos tener. ¿No será una buena oportunidad inaugurarlo con el Vicente Nario?

"Latinoamérica en los últimos 25 años no tiene golpes de Estado, a Dios gracias, pero ha tenido una veintena de presidencias interrumpidas, muchas violentamente, con muertos, etcétera", por lo que ha llegado el momento de empezar a pensar en pasar a un sistema que permita cambiar un gobierno sin matar a nadie".

"Siempre opiné lo mismo, todo esto que estamos viendo de candidaturas testimoniales, de funcionarios que se presentan como candidatos, de gente que se sale de un partido y que forma otro, o que se alía con otro, creo que la política real que estamos viviendo está superando la institucionalización".

"Estas características que estamos viendo son todos manejos y hechos que serían normales en un sistema parlamentario, incluso hasta el adelantamiento de elecciones. La política está pasando por encima del sistema presidencialista".

"En Chile hay un sistema presidencialista pero han adoptado reglas del sistema parlamentario".

SE – RIO / SE – RIÓ… ¿EN SERIO?


Como si de un triste superhéroe se tratase, últimamente su único poder es el de síntesis. Y no tiene capa. Está caída hace un tiempo.
En dos líneas, pasó esto:

Ella preguntó: ¿Siempre fuiste tan serio?
Él se quedó callado y fue mostrando los dientes de a poco. Se rió.

Y pensar que siempre me pareció una estupidez separar las palabras en sílabas. Cuánta razón tenía la señorita Alicia cuando nos hacía palmas por cada palabra separada.

domingo, 12 de abril de 2009

GOLPE EN SECO


¿Te pueden pegar tan bajo? ¿Siempre duele así cuando el gancho es en la mandíbula y llega de repente?
No había ring, ni campana, ni cuerdas, ni guantes. No fue por puntos ni por KO. Así pasa cuando las palabras no alcanzan.
Fue un sacudón diestro fuera de reglamento. El primer golpe, sí el primero, fue tan veloz que no alcanzó ni a pisar firme. El protector bucal voló hasta el suelo y un hilo de saliva se inmoló junto a él. La gente se agolpó en las boleterías pidiendo que le devuelvan la plata. “Es una estafa” gritaban.
No hubo necesidad que le cuenten hasta diez. Se levantó solo, con la mano derecha sosteniendo la cara por miedo a que se venga a pique.
Se fue cabizbajo, con la toalla sobre el hombro y la dignidad entre las pantorrillas. La autoestima la dejó en el cuadrilátero junto con el protector bucal, el hilo de baba y las gotas de sangre.
Caminó en línea recta muchas cuadras y dobló en la primera esquina iluminada, se acomodó en cuclillas y alcanzó a persignarse. No recordaba cómo rezar. Juró venganza, pero de la silenciosa, esa que duele más. Mucho más que el fustazo efectista recibido de un desconocido.
Como Tony Rocha, el boxeador derrotado de Cuarteles de invierno, se fue agonizando sin rumbo fijo. Pero este cuerpo vapuleado por esa mano invisible e inesperada no viaja de regreso en tren ni tiene un amigo cantante de tangos. Ni ese consuelo le queda. Hubiera preferido que mientras vomitaba su sangre arrodillado bajo ese farol de luz cegadora, una voz le llore un tango al oído. Pero no. Ni eso.

martes, 7 de abril de 2009

ASÍ ESCRIBÍA CAICEDO II

Mamacita: Cali, 1975

"Un día tú me prometiste que cualquier cosa que yo hiciera, tú la comprenderías y me darías la razón. Por favor, trata de entender mi muerte. Yo no estaba hecho para vivir más tiempo. Estoy enormemente cansado, decepcionado y triste, y estoy seguro de que cada día que pase, cada una de estas sensaciones o sentimientos me irán matando lentamente. Entonces prefiero acabar de una vez. (...) Nací con la muerte adentro y lo único que hago es sacármela para dejar de pensar y quedar tranquilo. (...) Yo muero porque ya para cumplir 24 años soy un anacronismoy un sinsentido, y porque desde que cumplí 21 vengo sin entender el mundo. Soy incapaz ante las relaciones de dinero y las relaciones de influencias, y no puedo resistir el amor: es algo mucho más fuerte que todas mis fuerzas, y me las ha desbaratado. (..)Ojalá que algún día puedan publicarse los libros sobre mi adolescencia que escribí con tanto esmero: El atravesado y ¡Qué viva la música!. Eso y que por favor incineren mi cuerpo: ser devorado por los gusanos sería peor que seguir viviendo."

"(...)Nellicita querida, de no haber sido por ti, yo habría muerto hace ya muchos años. Esta idea la tengo desde mi uso de razón. Ahora mi razón está extraviada, y lo que hago es solamente para parar el sufrimiento."

Andresito

*Fragmento de Mi cuerpo es una celda, Alberto Fuguet.

ASÍ ESCRIBÍA CAICEDO I

"(...) Música que me conoces, música que me alientas, que me abanicas o me cobijas, el pacto está sellado, Yo soy tu difusión, la que abre las puertas e instala el paso, la que transmite por los valles la noticia de tu unión y tu anormal alegría, la mensajera de los pies ligeros, la que no descansa, la de la misión terrible, recógeme en tus brazos cuando me llegue la hora de las debilidades, escóndeme, encuéntrame refugio hasta que yo me recupere, tráeme ritmos nuevos para mi convalecencia, preséntame a la calle (...)"

"Haciendo bizco pudo concentrarse en la naturaleza y el color de su vómito: amarillo como los frutos y las riquezas de nuestra patria, azul como el color de las montañas lejanas y rojo como los héroes por la sangre derramada".

"No accedas al arrepentimiento ni a la envidia ni al arribismo social. Es preferible bajar, desclasarse; alcanzar, al término de una carrera que no conoció el esplendor, la anónima decadencia (...)"

Fragmentos de su única novela concluida,¡Que viva la música!, 1977.

HAY QUE LEER A CAICEDO


Andrés Caicedo nació en 1951 en la ciudad colombiana de Cali.
Es un escritor desconocido para muchos, pero admirado hasta el paroxismo por aquellos que conocen su vida y obra.
Fue un amante crónico del cine, llegó a autodenominarse portador del virus de cinesífilis. Fundó el Cineclub de Cali y creó la revista Ojo al cine, convertida en poco tiempo en una de las más importantes de crítica cinematográfica del país.
A los 20 años ya se había retirado del teatro, donde había dirigido y escrito más de seis obras.
La mayoría de sus textos han sido publicados póstumamente. Se destacan:
El libro negro de Andrés Caicedo (2008)
El cuento de mi vida (2007)
Noche sin fortuna / Antígona (2002)
¡Que viva la música! (1977)

QUÉ HAY DE ÉL
En Argentina se editaron ¡Que viva la música!, Calicalabozo, Angelitos empantanados (o historias para jovencitos) y El cuento de mi vida.
Alberto Fuguet, autor del libro Mi cuerpo es una celda (tengo entendido que ya se consigue en las librerías), donde recoge cartas,anotaciones y comentarios de películas hechas por Caicedo, dice:
"El tipo no era realmente un rockstar, era un tartamudo, que se drogaba -no para bailar- sino para poder hablar con alguien. Era un nerd, un tímido que estaba metido en una celda, todo el día mirando películas, leyendo y escribiendo, casi como un enfermo".


TRISTE, SOLITARIO Y FINAL
Se suicidó a los 26 años,el 4 de marzo de 1977, el mismo día que recibió una copia de su primera obra terminada:¡Que viva la música! Allí aseguraba que vivir más de 25 años era una insensatez. Fiel a su filosofía de vida, esa noche ingirió intencionalmente 60 pastillas de secobarbital. Eligió morir del mismo modo que Charles Boyer, Marilyn Monroe, Judy Garland y Alejandra Pizarnik.
Al menos, no fue insensato.

lunes, 6 de abril de 2009

VERLA VOLAR



Alas cortas, dedos largos. Mansa.
Brazos en cruz, espera. Lista.
Crujen los huesos, se relaja. Preparada.
Otra vez en cruz, ahora paralelos. Ya.

Toma aire y se larga.
Ella es como una marioneta,
Presa de sus risas y sus sueños.

Si hay viento, vuela,
Si hay brisa, reposa.

Hace la planchita en el aire, sin patalear ni mover las manos.
Es un don.
No sabe a dónde ni por qué, pero va.
Eso no sé si es un don.

Infla su pecho de aire y toma envión,
Los pies hacen de resorte, el alma la eleva hasta el cielo.

Cabalga por la vida sin saber que las esquinas
No son camas elásticas ni los árboles jirafas hechas de raíces.

Tiene la boca llena, siempre. De aire.
Pisa firme, y se vuelve a lanzar.

Ya no hay quien la detenga,
Es el exceso del mundo el que quiere atrapar con sus manos.

Se entretiene aburriéndose,
Y rara vez se aburre entreteniéndose.

Es demasiado grande – y pequeña a la vez- para seguirle el paso,
Estamos rodeados por ella,
Y cuando se pierde en la altura,
El viento la maltrata pero le gusta,
Dobla, planea y descansa,
Cabecea entre algodones suaves y nos hace burla,
A lo mejor es una seña, que nunca llegaremos a comprender.

No te confundas pensando que por volar alto, te irás lejos.
Te irás, sí. Pero cuán lejos. Si para volver a subir primero tenés que bajar.
Salvo que tengas el don de las gaviotas, y vueles para siempre, siendo parte del aire.

viernes, 3 de abril de 2009

VERLA FUMAR


Era un buen ejercicio verla fumar. Prendía el cigarrillo hundiendo los pómulos y los ojos entrecerrados, como asaltados por granitos de arena, jugaban a la intermitencia ocular. Una mano hacía de pared para frenar el viento; la otra sostenía el encendedor que disparaba una llama potente e iluminaba la cara como una vela en la medianoche. Aspiraba el humo, lo contenía entre las encías unos segundos, y lo largaba en cuotas de a dos o tres soplidos simétricos.
Después miraba el cigarrillo. Controlaba si estaba bien encendido. Si la punta despedía destellos naranjas a la vez que consumía el tabaco de manera parsimoniosa, se había hecho un buen trabajo.
Sonriente por la tarea cumplida, te miraba a la cara, echaba humo con comba hacia el costado y te clavaba la mirada de su nariz en la sien. Nunca te inundaba la cara de humo. Era una fumadora respetuosa.
Nunca fumaba menos de 4 cigarrillos en una salida. Nunca más de diez. En ese promedio adictivo se movía la flaca que vestía vestidos sueltos y tenía el pelo largo como una autopista alemana.
Se reía con humo en la boca, lo despedía rápido, una o dos carcajadas espontáneas, de nuevo el bastón blanco a la boca, vuelta a aspirar, vuelta a despedir, vuelta a reír. Así podía estar un buen rato.
El problema fue aquella noche donde el viento se coló entre los árboles como una rama curiosa llena de oxígeno en sus pulmones.
Se enojó tanto que terminó estampando el encendedor contra una pared tatuada de grafitis.
Se quedó mirando el pucho que eyaculaba cenizas quemadas. Como un amante resignado después de una noche de tiros, balaceras y corridas zigzagueantes en una cama de plaza y media. Decidió no fumar por quince minutos. Ahí se acercó hasta la cerradura de mi boca y largó unas palabras con sabor a nicotina.
Siempre que fumaba, dibujaba siluetas en el aire.
Cuando fumaba en las escaleras, aparecían montañas.
Cuando fumaba sentada en un banco de plaza, largaba nubes en forma de espiral.
Cuando fumaba mientras caminaba, eran ráfagas rectas, como alfileres grises sin destino conocido.
Cuando fumaba en la cama, un pentagrama multicolor surcaba el aire.
Cuando fumaba en la bañera, su voz se confundía con la de la ducha.

De día era una más. De noche, una menos. Una menos que no fumaba. Salvo que hiciera mucho viento y optara por revolear el fuego contra el piso o la pared de los grafitis. Siempre encontraba alguna. Sino, le rompía la cara a alguna baldosa inocente.
Y es que últimamente, las noches son cada vez más ventosas. Y ella cada vez se parece menos a ella.
Cuando no fuma, su cara es como ese cigarrillo que no tiene en la boca. Como si el viento fuera su rostro. Como si la pared pintada de grafitis le pidiera de rodillas que la deje en paz.

PAPELÓN EN PAPEL

Diarios CRITICA y PÁGINA 12 del día 2 de abril de 2009.
Y después nos quieren hacer creer que sólo los chicos se copian en la escuela...


miércoles, 1 de abril de 2009

CHAU, DON RAÚL... Y GRACIAS (1927-2009)



Por la vuelta a la democracia.
Por devolvernos las ganas de votar.
Por recuperar el país de los VOTOS y condenar el de las BOTAS.
Por los discursos que arrancaban lágrimas.
Por el Nuremberg a las juntas militares.
Por el NO a la autoamnistía.
Por el divorcio vincular.
Por la patria potestad compartida.
Por sembrar la semilla de la unión latinoamericana.
Por ir a visitar a Fidel y hablarle de la necesidad de un socialismo democrático y de la idea de una Cuba donde haya partidos políticos.
Por la paz con Chile.
Por plantársele a Reagan. Y a la jerarquía de la iglesia católica. Y a la Sociedad Rural.
Por la CONADEP.
Por ser de los pocos políticos, sino el único, que se opuso a la Guerra de Malvinas cuando la ola patriótica amenazaba con taparnos a todos.
Por ser el Presidente de todos los argentinos, y no de un puñado.
Por jugarse por los Derechos Humanos cuando los leones estaban sueltos.
Por preservar la democracia cuando los milicos se pintaban la cara y tomaban cuarteles.
Por recitar el préambulo de la constitución.
Por enseñarnos que ese librito no iba a ser más el felpudo de botas verdes, sino el manual de lectura obligatoria de todos los argentinos.
Por demostrarnos que se puede ser político y honesto a la vez.
Por hacernos creer en la política.
Por apostar a los jóvenes.
Por morirse en el mismo departamento que durmió la noche en que ganó las elecciones, 26 años después.
Por ser un buen tipo.
Por cometer erores, pero desde la honestidad intelectual que otorgan las convicciones.
Por haber podido caminar por la calle.
Por haber sido un estadista.
Por haber sido un prócer mucho antes de tener una calle o figurar en un billete de curso legal.


Que descanse en paz, Presidente.