“Hay algo peor que la angustia de la página en blanco. Algo peor que no tener ninguna historia que contar: es haber oído demasiadas, y no poder olvidarlas.”
FABIAN POLOSECKI (1964-1996)

viernes, 9 de mayo de 2008

NI VIGILANTES NI CARASUCIAS, MEDIALUNAS!


Bolivia está que arde. La medialuna de oriente se quiere separar del resto de la pastelería. Y Hugo Chavez ya prepara los cañoncitos, y no precisamente de dulce de leche, en caso de ser necesarios. Hoy afirmó que no se quedará de brazos cruzados si atentan contra su compañero Evo.

Además declaró que se viene en la región la moda de de las autonomías, como alguna vez fueron las canchas de Padle o las remiserías en nuestro país. Hugo, que no es Moyano, es Chavez, ya apuntó a los estados ricos de su país, avizorando que la oposición piensa en las elecciones de noviembre, vía referendum, volverse autónomas del gobierno central. Casualmente, las provincias venezolanas que tienen frontera con Colombia (Zulia, Mérida, Apure, Barinas y Táchira) forman una medialuna, al igual que Beni, Pando, Tarija y Santa Cruz en el oriente boliviano. Metáfora geopolítica pastelera mediante; sin distinguir entre "grasa" o "manteca", las medialunas de la región parecen cocinarse a fuego lento. Deseosas de cortarse solas y pegar el salto de lo que consideran "atraso" van en busca de un estómago rico y mestizo. Prefieren repartir sus mijagas entre sus compañeritas de bandeja. Los carasucias miran de reojo, no entienden nada, mientras el azúcar les dora el rostro cada vez más. Latinoamerica es como un gigantesco horno, en el que todos estamos inmersos. Por estos días escucho la frase, y nunca más certera: "Estamos en el horno". La hornalla está al máximo, la llama crece y el calor hace que las medialunas, egoístas, se aparten de la bandeja y se agolpen solas al fondo, derretidas y contentas. Salud, bon apetit. Usted elige el menú. La mesa está servida.


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