“Hay algo peor que la angustia de la página en blanco. Algo peor que no tener ninguna historia que contar: es haber oído demasiadas, y no poder olvidarlas.”
FABIAN POLOSECKI (1964-1996)

sábado, 26 de diciembre de 2009

FUE

T se levantó de golpe. Le pegó una trompada a la mesa de noche y disparó un tiro al techo. Rompió un foco de luz y la habitación quedó en penumbras.
Se rascó la barba con la punta del revolver y volvió a disparar, ahora verbalmente:
- Qué bueno era Hemingway para poner títulos. Cuánta verdad encierran sus libros.
Al menos, tres verdades seguras:
París era una fiesta. Hoy soy el viejo y soy el mar. Hoy las campanas doblan por mí.

Cuando volvió a mirar el techo, las palabras quedaron retumbando entre las sábanas. Como un grito final, como susurros del más allá.

jueves, 17 de diciembre de 2009

EL ÚLTIMO LECTOR

I sometimes sit beneath a tree
And read my own sweet songs;
Though naught they may to others be,
Each humble line prolongs
A tone that might have passed away,
But for that scarce remembered lay.

OLIVER WENDELL HOMES, The Last Reader.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

RAROS

Rara pose la de aquellos que se jactan de saberlo todo. Llevan la mirada de un río cansado. Frío, lejano y seco. No saben de qué, pero se ríen. No saben por qué, pero gritan. Y se visten bien, claro. Y hablan como por encima de las montañas aunque no midan más de un metro y medio.
Rara pinta la de los enanos que se creyeron dueños del cielo por apretar un botón del ascensor.
Los de abajo, que suben por escaleras de papel madera, los observan con el cuello torcido.
De qué sirve dar un paso si sólo es para ensuciarle la cara a la baldosa. Por las dudas ellos van descalzos. No vaya a ser cosa que los acusen de algo malo.
Es raro verlos tan alto. Es raro saber que vuelan tan bajito y gritan tan alto.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

SOL

Hoy pienso en la eterna presencia del sol. Esa prepotencia lumínica que te deja finito. Esa destreza que nos hace creer que cada día es diferente. En definitiva, su habilidad para cambiar el mundo.

domingo, 6 de diciembre de 2009

EL HOMBRE QUE LE SACA FOTOS AL ALMA

Es como un cuello perfecto al que le entran todas las miserias, penas, llantos y dudas del mundo.
Es una sensación de amnistía generalizada que ingresa por los ojos y se anuda como un ovillo en el centro del pecho.
Se acomodan en fila y dejan un surco lo más parecido a la eternidad.
Los pies se hunden en la arena y se mezclan con la espuma fría de un mar
que cachetea caracoles huérfanos. Las lágrimas, obreras fieles para que ese paisaje nunca deje de humedecer.

El dolor tiene siempre frío y la felicidad transpira de calor. Allí adentro, en ese hueco profundo como las caderas de las olas, se chocan las bufandas de uno y las gotas de sudor del otro. Se dan la mano y conviven hasta que una ráfaga de viento los parte en partes desiguales.

La bola de nieve se anticipa. Entra, irrumpe, descoloca. Rompe todo. Los meses tiritan al compás de árboles secos que no dejan de moverse. Y los relojes, tapados de hojas mudas que gritan cansadas, ya no saben hacia qué esquina correr en busca de la puntualidad.
- Me voy de acá, susurra el hombre que tiene el rostro pintado de sepia y que lleva dos ojos de búho colgados sobre la terraza de la memoria.
- Me voy a otro sueño donde no haya tanto frío. Ni tanto dolor.

martes, 24 de noviembre de 2009

MEMORIA

No te olvides de los ojos llenos de arena
De los labios partidos por el viento de tu cara
De las veces que enmudeciste y ese instante duró lo mismo que un domingo plano y nublado de agosto

No te olvides de los ojos furiosos que parecían cavar agujeros para sentarse dentro de los míos
tómale fotos mentales y guárdalas para siempre
asegúrate de llevarlos siempre contigo
es tu obligación ponerlos a resguardo de la muerte

No hables del pasado, si nuestro pasado se está pasando ahora,
se está dando en el presente
Ya lo sabes, lo hemos hablado miles de veces
el Tiempo no existe, todo es presente

Sí. Esas que no puedes responder, alguien las llamó preguntas retóricas.
Me gustan más que los sandwiches de miga y aquí va la última

¿No te duele la planta de los pies?
Es que anoche soñé que corrías y corrías sin parar.
Llegabas tarde a ninguna parte
Abrazabas pedazos de aire desparramados
y el viento envolvía tu cuerpo como el de un fantasma maratónico

Y tu sonrisa tenía destellos infinitos
como si la memoria fuese una hoja en blanco
que vas llenando con el correr de los días

Y para eso no te hizo falta ningún formulario
ni pruebas psicofísicas,
ni estudios de mercado

Eso es lo que tiene de bueno la felicidad
Nadie le pide papeles
porque a nadie puede engañar.

EL CIELO YA TIENE QUIEN LE COMENTE LOS PARTIDOS DEL DOMINGO



"Qué tal amigos, bienvenidos a Sucesos deportivos y a la cadena del gol", así empezaba cada transmisión deportiva el hombre que cubrió todos los mundiales de fútbol desde Chile en 1962.
Murió ayer a los 77 años.
Puteado, respetado, pero siempre querido. Dueño indiscutible de los domingos.
Quedarán en la memoria de todos los cordobeses los latiguillos pegadizos, esos que deletreaba con precisión de orfebre y entonación de cantante de bolero. Esos que te hacían parar de la silla y acercar la radio a la oreja:
"se ve venir el gol","es una pelota de gol","hay olor a gol", "enooooorme jugada".
Era cordobés hasta la médula. Uno de los tipos que mejor explicaba el fútbol. Era claro y profundo. No se quedaba en la lectura superficial, resultadista. Iba a fondo y si tenía que cortar cabeza, lo hacía.
Las hinchadas lo pedían, como si fuera un jugador más:"che brizuela,hacenos la gauchada, decinos por la radio que esta es una hinchada"
Su estilo, inconfundible: Mezclaba en sus comentarios la picardía callejera con la literatura universal, el folclore de barrio con las reflexiones de un intelectual. Una vez dijo, después de un 0-0 entre Talleres y Belgrano: "Fue un partido kafkiano,un clásico que prometía ser arrollador y terminó siendo de una mediocridad absoluta. La metamorfosis menos pensada. Por eso la gente silba y putea. Y está bien que lo hagan. Este no fue un espectáculo deportivo, fue una exhibición para el olvido".
Ese era el negro Brizuela. Lo vamos a extrañar. Va a faltar una voz los domingos. Una voz indispensable.

lunes, 23 de noviembre de 2009

EL OMBLIGO LLENO DE AGUA


Conversación registrada a las 10.45 am. Calle Castro Barros al 800- Boedo.

PEATÓN: Señora, no derroche agua... cierre la canilla.
VIEJA DE MIERDA: Si, mijo, sí. Tiene razón. (El agua seguía saliendo por la manguera mientras la señora charlaba con un vecino, escoba en mano.)

El peatón camina diez metros y se frena. Da media vuelta y la situación seguía igual. El peatón vuelve a la carga.

PEATÓN: Señora, ¿va a seguir tirando agua? No sabe los problemas que hay con el agua. Si quiere seguir charlando, vaya a cerrar la canilla.
VIEJA DE MIERDA: Sí, soy muy consciente de los problemas que hay.
PEATÓN: ¿Y entonces? ¿Por qué no cierra el agua de una vez?
VIEJA DE MIERDA: Pero, no. Tengo la canilla a una cuadra, qué quiere que vaya ahora a apagarla.
PEATÓN: Sí, señora, vaya ahora.
VIEJA DE MIERDA: Pero no, no ve que tengo que sacar esta mancha que no sale (hundía la escoba en la baldosa.) y además la caca de los perros…
PEATÓN: Pero traiga un balde señora, no es necesario que derroche así el agua.
VIEJA DE MIERDA: No, con un balde eso no sale. Además yo pago el agua que gasto, usted no se preocupe.
PEATÓN: Sí, me preocupo. Su plata no vale más que la de las personas que también pagan y no les sale una gota. Después se queja de los políticos, y usted… ¿Qué hace por los demás? ¿Por qué no colabora? ¿No le da vergüenza ser tan iresponsable?

La discusión subía de tono: La señora le dijo “señorito cabrón” “vaya a ver los del lavadero de la vuelta como tiran agua”, “déjeme tranquila”, etc. El peatón siguió insistiendo en el uso racional del agua y se despachó con frases como las que siguen.
“ en córdoba usted iría presa por irresponsable”, “no puede malgastar el agua así”, “ojalá se ahogue en el agua que paga”.

Con las venas inflamadas el peatón se retiró del lugar. La señora seguía regando, con la mirada clavada en el suelo.
A los cinco minutos el peatón regresa con un policía. El uniformado “aconseja” a la propietaria del domicilio derrochón que cierre el grifo. “Debe tener conciencia, si no lo hace por usted, hágalo por el resto. No me obligue a labrarle una acta.”, se despachó el hombre de gorra.
Asustada, la señora obedeció. Tiró la escoba sobre la vereda y partió al fondo del patio.
El policía tomó por un lado. El peatón por el otro. Las venas de este último ya habían vuelto a su estado pre derroche hídrico. La señora que lustraba la vereda-pelopincho se guardó adentro de su casa.
Imagino que mañana, cuando salga a baldear la vereda, pensará dos veces antes de jugar al Acqua gym al frente de su domicilio.

viernes, 13 de noviembre de 2009

DOS

- Lo sé, necesitamos ser dos.
- Pero ¿por qué dos? ¿Por qué dos palabras para decir una misma cosa?
- Es que quien la dice es siempre el otro.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

SIGA A ESAS PIERNAS


La desconocida encara el viento y desafía a las calles como taxistas en la madrugada.
Es que las polleras cortas, como cien balazos en la frente, me matan.
Suenan tiros en la espalda, y me doy vuelta.
Te pido que corras.
Corre, corre, corre y cuenta cuantos lunares cuelgan de allí arriba.

Síguela, síguela y fíjate en su cuello.
Fíjate su boca siempre abierta, con puntos suspensivos como un final de Felini.
Todo lo que asciende, converge. Y todo lo que -no- toco se convierte en sueños.

Ese cuello. Mira lo que es ese cuello. ¿Y sabes por qué lo gira tanto? Cree que es un caleidoscopio y cuando mira el ojo que la mira, ríe. Y apura su marcha.
La manera de hacerse cargo de su encanto, es aumentar la cantidad de pasos por baldosa dejada atrás.

Y los cabellos largos que salen fuera del marco de la ventana de su cara. Que no se la ve, pero la lleva, como esas linternas que alumbran el paso del que tantea las tinieblas.

Su espalda habló. Como si dijera: “es un corazón lleno de viento. Cúbrete el pelo y entra”.
Pensé que cuando uno va rumbo a la paciencia hay espaldas que le dan letra. Sólo hay que tener oídos con más imaginación que las caderas de la que parece largar vocales debajo de la nuca.

Cércala con la mirada, atosígala con las cejas levantadas, atorméntala con pasos firmes de tren de carga. Dile a sus tobillos en lenguaje a ras del piso que no vuele como una golondrina que trafica primaveras.

Esas faldas que se mueven como dos cortinas de papel sopladas por todo el viento que se puede juntar en una esquina sin edificios.

Finitas como hilos de espermatozoides atados a una armadura sempiterna.

Dile que se detenga, carajo. Pregúntale a dónde va tan apurada. ¿O acaso todavía hay gente que se enamora de sombras con taco aguja?

Dobló en la esquina. Te dije que la siguieras.
Se hizo sombra tan pronto como detuvo a ese taxi.

Lo que tienen las sombras desconocidas es que uno no tiene a quien ir a reclamarle.
Esas sombras pesadas que pueden levantar un cadáver y dejarlo boca abajo.

ESPEJISMOS

Algo nace frente a los espejos
Algo comienza con un suspiro
Hay secretos olvidados que se vuelven permanentes frente a su rostro
Es que el pasado vuelve como un eructo.

Y la noche está cerca, y tu aliento se siente
Y todo se empaña
Dedos que, como rifles, disparan palabras mudas.

Y el cristal se parte con tus ojos severos
cierras tu puño y gritas.

No es cierto, no, eso de que las lágrima del tiempo secan con el tiempo
Menos para los tipos duros que ríen y lloran escondiéndose en el ropero
y se acuerdan de su pasado pero ya no saben dónde está.

sábado, 24 de octubre de 2009

LOS 30 MANDAMIENTOS DE KEROUAC


El credo Kerouac podría empezar así: "Creo en El camino, en Big sur, y en la santa poesía cirrósica... en los viajes guiados por la voluntad del delirium tremens... por los libros de los libros, amen."
A 40 años de la muerte de Jack Kerouac, no está de más echarle un vistazo al manual del ángel caído. Los 10 mandamientos al cubo. Las treinta excusas para ser un beatnik.

1. Cuadernos de notas secretos, garabateados, y páginas salvajemente escritas a máquina, para tu propio felicidad.

2. Sométete a todo, abierto, escuchando.

3. Intenta no emborracharte fuera de casa.

4. Enamórate de tu propia vida.

5. Lo que sientas encontrará su propia forma.

6. Sé el santo ingenuo de tu imaginación.

7. Sopla tan profundo como quieras soplar.

8. Escribe lo que creas insondable, desde lo hondo de tu imaginación.

9. Las inexpresables visiones del individuo.

10. No le des más tiempo a la poesía del que precisa con exactitud.

11. Cosquillas visionarias temblando en tu pecho.

12. Sueña en trance permanente los objetos que están delante de ti.

13. Deshazte de tus inhibiciones literarias, gramaticales y sintácticas.

14. Como Proust, sé un viejo fumado del tiempo.

15. Di la verdadera historia del mundo en un monólogo interior.

16. La joya central del interés es un ojo dentro del ojo.

17. Escribe para recuerdo y asombro de ti mismo.

18. Sé conciso en una mirada aguzada, nadando el mar del lenguaje.

19. Acepta para siempre el fracaso.

20. Cree en el sagrado contorno de la vida.

21. Esfuérzate en describir el fluido que ya existe en tu mente.

22. Si te detienes, no pienses en la palabra más que para ver mejor la imagen.

23. Síguele el rastro a cada día, en el bálsamo de las mañanas.

24. No temas o te avergüences del conocimiento, el lenguaje o la dignidad de tu experiencia.

25. Escribe para que el mundo vea la exacta imagen que tienes de él.

26. Un libro-película es una película en palabras, la forma visual americana.

27. Alaba el carácter del parpadeo de la inhumana soledad.

28. Composición salvaje, pura, indisciplinada, venida de dentro, alocada si es posible.

29. Eres un genio siempre.

30. Director-escritor de películas terrenales, auspiciadas y protegidas por el Cielo.

miércoles, 14 de octubre de 2009

ANOTÁ

“…Los amigos que comparten lo poco que tienen, la música que nos consuela, la marihuana, la belleza revelada en sitios inverosímiles (en blanco y negro), los temblores, el amor perfecto y breve como un soneto de Góngora, la certeza fatal (pero rabiosa dentro de la fatalidad) de que sólo se vive una vez…”

Estrella distante, Roberto Bolaño, p.82.

jueves, 8 de octubre de 2009

CANCIÓN QUE NADIE CANTA

Hay lugares que de tan comunes se vuelven ridículos. No hablo de espacios físicos sino de frases hechas, clichés oxidados, aforismos que huelen a ropero de tía viuda. Esos molestan más que dos muelas de juicio pugnando por mudarse de barrio.
Resulta que me preguntaba si estaba loco. Resulta que yo le retrucaba pidiéndole a gritos que me definiera normalidad. Y se calló. Titubeó, primero. Pero después el silencio que amordazó su lengua fue lo más parecido a la justicia.
Alguien canta por lo bajo. Es una canción que no se debería escuchar en un volumen muy alto. Pero deberíamos saber que alguien la canta.

¿Estoy loco o sólo tengo sueño?

¿Es cierto que quiero volar sin alas?

¿Estoy loco o tú me hablas de madrugada?

¿Estoy loco o las palabras que ya nadie usa van a parar a las estrellas?

Esto podría cantarlo Charly, pienso.

¿Soy o me hago? ¿miento o me mienten?

¿Ríes o sueño que ríes?

Me han dicho los angeles, anoche, que estás dispuesta a perder el tiempo conmigo, ¿es verdad?

Las preguntas sin respuestas no deberían llevar signos de interrogación.
La canción que nadie se anima a cantar es para los que silban bajito y besan en voz alta.

domingo, 27 de septiembre de 2009

MIRAME

Y pensar que detrás de cada teta hay un corazón.
Hasta en esos pechos apretados que impiden el paso de una pulga.
Hasta en esos simulacros de valles mal regados.
Hasta donde parece que no hay nada, hay algo.
Siempre. Y son dos. Y laten fuerte.
Y justo te pide que la abraces cuando hay tormenta de sol.
Y cuando finalmente se chocan son tres, y no dos, las caras que te miran.
Intercambian una mirada interminable.
Larga como una soga atada al cuello de una serpiente.
Ahora tenés sobrados motivos para sentirte observado.

jueves, 24 de septiembre de 2009

OLAS

Ella manda barcos a la luna.
Para saber si llegan los mira desde abajo.
Cierra un ojo y les apunta.
Les tira piedras. No llega nunca.

Ella se cree la única capaz de rescatarla. ¿De quién? ¿De quiénes?

Pero si no sabe nadar... las olas de los barcos la matarán.

Hará la planchita y llegará hasta la costa.
Si hay algo que tiene es paciencia.
Nació para esperar y para acompañar a los que esperan.

Hay anclas viejas que la conocen de memoria.
Hay muelles canosos que le tienen contadas las arrugas de la cara.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

VACÍO

Hasta ayer él pensaba que el vacío sólo era un corte de carne. Una forma elegante de referirse al asado del domingo. Pero descubrió que las palabras tienen más personalidades que un travesti. Lo que de día se disfraza de jugosa carne sin hueso, de noche amenaza con cortarte la respiración.
Llegó al atardecer a su casa y colgó la campera en el respaldo de la silla que hace de perchero. Fue a la cocina y prendió la hornalla para calentar el ambiente. Frotó sus manos y caminó por el pasillo dejando huellas pesadas a su paso.
Fue al baño y se detuvo en el espejo. Qué cagada cuando uno no se reconoce, pensó.
En el espejo no están las respuestas. Cómo van a estar las respuestas donde nacen todas las preguntas. Se miró con rabia y empañó el vidrio con una aureola de aliento fresco. Le mostró sus dientes blancos como exijiéndole toda la información del mundo. Sus ojos parecían dos navajas que acababan de cortarle el pescuezo a la luna.
Volvió tras sus pasos. Los reconoció. Se preguntó por qué se lleva mejor con las huellas de los pies que con las de la cara. Si caminara con la boca y respirara con los pies, de qué se disfrazaría el espejo para explicárselo. Tampoco tenía respuesta para eso. Hay veces que no es necesario hacer aladeltismo o pinchar un pedazo de carne para sentir el aliento del vacío en la cara. Y ardiéndote por dentro.

martes, 22 de septiembre de 2009

EL SILBIDO

Es una partitura sin letra. Una música instrumental.
Es cantar una canción sin hablar, contar un cuento sin vomitar frases al viento.
Nunca desafinás.
Hablás de tristezas y alegrías apenas entreabriendo la boca y cambiando cada tanto el aire de los pulmones. Los cachetes se inflan, las mandíbulas hacen de resorte y aguantan. Los pómulos se achican y agrandan pero siempre callan.
Son los cómplices del silencio más cantado de todas las épocas, de todas las bocas, de todos los sueños, de todas las historias mudas que hablan.

lunes, 21 de septiembre de 2009

MI PRIMA VERA TENÍA RAZÓN

Y en el día de la primavera todos llevan flores como banderas. Ellos para ellas, ellas para ellas.
Caminan más contentos con esos artefactos en la mano. La felicidad, a veces, es confundida por un ramo de flores. Pero no los confunde la primavera. Son ellos los que la engañan. Son los peatones que portan máscaras de orquídeas y nardos los que creen que sólo está permitido regalar flores nueve días antes que termine septiembre.

Mi prima vera dijo allá lejos y hace tiempo:
"Hay que regalarse flores todo el año. Si no te da el cuero para comprarlas, dibujala en un hoja, hacela en papel celofán, en una servilleta, o mejor aún, robala de un jardín, de una maseta. Arrancásela a la vecina más hijaeputa de todas. Esa que te devolvía la pelota pinchada cuando caía en su patio. Y regalásela a la menos hijaeputa de tus mujeres."
Qué sabia era mi prima vera. Y pensar que cuando murió nadie le llevó ni un clavel.

martes, 8 de septiembre de 2009

GRAFITI A LA PASADA

En las paredes de la esquina de la casa que voy a tener dentro de treinta años, con un ladrillo afilado se leerá:

"Sin duda, escribir es renunciar a tomarse de la mano o a llamarse por nombres propios, y a la vez, no es renunciar sino anunciar lo ausente acogiéndolo sin reconocerlo -o bien, mediante las palabras en sus ausencias, estar relacionado con lo no recordable, testigo de lo no probado, respondiendo no sólo al vacío en el sujeto, sino al sujeto como vacío, su desaparición en la inminencia de una muerte que ya tuvo lugar fuera de todo lugar."
La escritura del desastre, Maurice Blanchot.

A lo mejor necesito dos ladrillos. Pero con una esquina me alcanza.

sábado, 29 de agosto de 2009

PROSA SOLEADA

A eso lo escribís de un tirón, seguro.
Más si te pasó a vos. Y fue verdad. Dale, escribilo.
¿Sabés qué? -sigue hablando sin interlocutor a la vista- eso es para escribirlo en verano, con un vaso de limonada bien frío y el ventilador de techo en tres. Y vas a estar en calzoncillos y en cuero. Poné un espiral porque los mosquitos te van a morfar hasta las ideas. Dejá la ventana abierta y que la cortina se mueva sola. No pongas música, escuchá todo lo que venga de afuera. Ahora sabés qué hay detrás de la ventana. Y si no sabés cómo empezar, sentate arriba del teclado. La hoja en blanco nunca puede ser un impedimento. Poné el culo encima y ya está. O si te parece una escena muy bizarra, hace como que tocás el piano y escribí cualquier cosa. Y ya está. Deja de estar en blanco. De acuerdo a lo que quede, arrancás. Pero no creo que sea necesario. Empezá, empezá, y listo. Por el final, obvio. Eso ya lo tenés definido. Yo pondría un buen título y arrancaría, teniendo en la cabeza ese final explosivo. ¿Me entendés?


Es raro que haga este calor en Agosto, casi septiembre. Es como que el verano eyaculó de antemano. Y tengo que escribirlo antes que se venga la tormenta de Santa Rosa. Me tengo que apurar, como el verano. Porque me lo dijo bien clarito: es para escribirlo en verano, eso me dijo. Y ya llegó. Me falta la limonada. Y el verano. Pero tengo cervezas y calor al fin del invierno. Que es como tener limonada en verano. Como tener una buena historia, un buen título y un final explosivo. Así lo dijo ella, no yo.

jueves, 27 de agosto de 2009

LUMBRE

Los perros románticos se quedan afónicos cada noche.
Y es que la luna es grande y le ladran sin parar.
Como un espejo sucio, se reconocen y se alejan.

Pero le siguen ladrando.
Y el corazón, como sus tripas jadeantes, suena a balacera.
En la noche cerrada sólo hay un ojo abierto.
Mantener los ojos abiertos durante la noche,
eso es cosa de Gángster. Atento y empedernido.

La luna los conoce, les tiene lástima y no les apaga la luz nunca.
Les alumbra la nuca hasta que sus voces se apagan por completo.

Ahí, cuando todos descansan, queda flotando en el aire
el sonido húmedo de un ladrido iluminado y frío. Helado.

Y la noche que vendrá mañana se despereza.
Estira los brazos y da contra un manchón anaranjado.

Nadie olvida que los perros románticos se quedan afónicos cada noche.
Y se marchan cabizbajos, como muchachos ciegos que descargaron su furia
para siempre.

Tiritando, mirando el suelo,tragando saliva, masticando su propia locura.
Una carcajada alta como una jirafa los envuelve y los saca del horizonte. Para siempre.

sábado, 22 de agosto de 2009

viernes, 21 de agosto de 2009

RIMBAUD VUELVE A CASA

Rimbaud vuelve a casa
(pero los enfants terribles no tienen casa).

La poesía ni le sirve ni le importa.

Mejor aprender a morir que aprender a leer,
le dice a Verlaine
en mil novecientos noventa y uno.

Bolaño le corrije el noventa y dos:
mejor aprender a leer que aprender a morir:

Mucho mejor
Y más importante
La alfabetización
Que el arduo aprendizaje
De la Muerte
Aquélla te acompañará toda la vida
E incluso te proporcionará
Alegrías
Y una o dos desgracias ciertas
Aprender a morir
En cambio
Aprender a mirar cara a cara
A la Pelona
Sólo te servirá durante un rato
El breve instante
De verdad y asco
Y después nunca más

Epílogo y Moraleja: Morir es más importante que leer, pero dura mucho menos. Podríase objetar que vivir es morir cada día. O que leer es aprender a morir, oblicuamente. Para finalizar, y como en tantas cosas, el ejemplo sigue siendo Stevenson. Leer es aprender a morir, pero también es aprender a ser feliz, a ser valiente.

miércoles, 19 de agosto de 2009

MULTIPLE CHOICE* [una de diez]

El autor de este blog hace veinte días que no escribe porque: (opciones)

a) Ya no sabe de qué putas hablar. Le faltan ideas. Así como huyó despavorido del facebook, pronto planea bajar la persiana de este poco redituable almacén.

b)Le agarró artritis por escribir una novela infinita que jamás publicará.

c)Se hace la estrella. Se alejó un tiempo de las pistas para que después pregunten por él.

d)Ya se le va a pasar. Son esas crisis creativas que tienen los dentistas, los plomeros y los poetas. La única musa que lo visita es la que viene con aceitunas y morrones. Y además se escribe con zeta.

e)Ya no tiene internet en la casa. El cyber de la vuelta es de un chino sucio y le da fiaca bajar. Se conecta una vez a la semana. Quince minutos. 70 centavos.

f)Está cansado. Si pudiera colgar un letrero, éste diría: "cerrado por cansancio".

g)No tiene tiempo. Se licenció. Se puso a laburar. Y perdió de vista su nido digital. Actualizará menos, pero no lo va a abandonar. Si no escribe se muere, porque para él escribir es una forma de vivir. O de sobrevivir.

h) Es un caso perdido. El fernet lo secuestró hace casi un mes. Como nadie pagó su rescate, sigue atrincherado en un vaso alto con tres cubos de hielo y una espuma dorada que lo custodia.

i)Ninguna es correcta. La verdadera razón jamás la dirá. Es un cordobés cagón, pecho frío, que se guarda todo para él y no convida ni sus penas.

j)Todas son correctas. Este pibe tiene un matete importante en el bocho. Más que preocuparse por qué no actualiza el blog, hagan una colecta y mándenlo de vacaciones a Cabo Polonio. Un lugar del que habla como si lo conociera. A lo mejor necesita eso. Irse para volver.

*Sólo puede elegir una opción.

viernes, 31 de julio de 2009

HUMILLE CHARLIE

NADA NUEVO

A room with a view, and you,
and no one to worry us,
no one to hurry us two.
(As sung by Noel Coward)


El desgastado amor bajo un velamen
de disculpas sepulta la mudanza:
nos deja lo que lame
un perro cuando el vómito se come.
¿Es un lícito engaño la esperanza
de no quererte, o meretriz al fin de
mil y más posturas, un modo de impedir
que ahora asome la cuota de la vileza?

Descortés es perder la compostura;
masturbarSe y llorar son gentileza
hasta que otro relevo
el mundo nos otorgue de tristeza.
No me pidas, querida, como guarnición
de las miserias versos nuevos:
no pierdas tu lugar.

C.E.Feiling. (El agua electrizada)

VAMPIROS

En la -buena- revista dominical del diario El País de España, el escritor Javier Cercas habla de un tipo particular de lector. Basándose en algunas ideas del gran Saul Bellow sobre el amor a la literatura define al lector vampiro.

“¿Qué es un lector vampiro? Bellow lo explica bien: no es el lector que lee para matar el rato o para divertirse, ni siquiera para hacerse sabio; todo eso es estupendo, pero el lector vampiro no lee para nada de eso: lee para sobrevivir. De hecho, podría decirse incluso que, propiamente, el lector vampiro no lee libros: los apalea, los acuchilla, les arranca las entrañas, les chupa la sangre, les roba el alma; no quiere leer los libros: quiere ser libros, que los libros leídos pasen a formar parte, como dice Bellow, ‘de la propia sustancia’.“

Ver nota completa.

viernes, 24 de julio de 2009

[ ... ]

A veces es satisfactorio abrir la puerta y que no esté. Al menos que no esté en el mismo lugar que la dejaste.
Sabés que no se puede haber ido muy lejos, tampoco muy cerca. Si se tratase de una mascota, vaya y pase. Pero no. Es como la camiseta que va pegada al cuero en invierno. Pero esta vez no la llevás con vos. Tenés que conformarte con verla de vez en cuando. Cuando se dispone a salir de la escondite. Cuando grita, piedra libre, tan bajito que nadie la escucha. Había contado hasta veinte; en español, en cordobés, en hebreo y en inglés. Su cabeza era un ábaco cuatrilingue e impaciente.
Y estira la mano- para ser la primera- y abolla con todas las yemas de los dedos un globo de aire que se infla inerte hasta desaparecer tras un soplido inesperado. No estaba ahí la pared.
No sé si es la mano la que se equivoca de lugar, o es la pared la que se corre por miedo a que le golpeen duramente la cara.

jueves, 23 de julio de 2009

ESCRIBIR



No hay mucha ciencia. Se escribe como se mea. Puedo decir "orina", pero prefiero lo primero.
Así, de parado, sin mojar la tabla, haciendo equilibrio, sin alterar los renglones, respetando las mayúsculas, poniendo acentos con la mano desocupada, tirando la cadena con la misma mano que doblás el papel. De izquierda a derecha, preferentemente.
Está bien. Algunos se sientan, sobre todo si es de noche y están en casa ajena. Pero eso no cambia el fondo de la cuestión. La cosa es escribir. Dónde sea, por lo que sea, para quién sea.
Es sacarle punta al lápiz y empezar. Es desabrocharse el cinto y empezar.
No seas gil. Es menos de lo que pensás.
Está incorporado a uno como la cola de un perro.
Para qué negar la relación entre ambas actividades. O ahora te vas a poner en burgués refinado y me vas a decir que nunca orinaste la calle de tierra escribiendo el nombre de ella. Abreviado, de más está decir. Si se trataba de Ruperta, habrás puesto "ru", si la agraciada era Filomena, habrás tatuado un "Filo". Aunque en este último supuesto, deberías haber tomado al menos seis cervezas y cuatro baldes de pritty limón.
O a veces sin connotaciones sentimentales. A lo mejor trazabas una montaña o un sol de otoño en la pared del club. O en el portón de madera del kiosco que no te quería fiar.
Es el líquido inevitable hecho palabras, el miembro menos pensado convertido en pluma.
Bukowski decía que escribía para no convertirse en asesino. César Vallejo para decir que la luna era una vieja pelada. Ponele que vos escribís porque estás solo y el ruido del teclado te hace compañía, o porque te gusta que las letras formen palabras, las palabras oraciones, las oraciones párrafos, los párrafos páginas, las páginas cuentos y novelas, los cuentos y novelas libros, y finalmente los libros ganas de mear. Y así todo comienza de nuevo. Es el génesis laico. Es la biblia y el sanitario. Acá no hay calefón.
Se mea, se escribe, se vuelve a mear, se reincide en escribir. De eso estoy seguro. Nadie dejará, o al menos, nadie debería dejar, de escribir y orinar. En ese orden. Si es posible.

Un lápiz, un papel, y a lo sumo un sacapuntas. Sí, como mear. Eso dije. Sólo hacen falta ganas. Que te corra ese hormigueo por el estómago y más abajo también. Que si es amarillo, más claro, más oscuro. El color de la tinta es lo de menos. Si el papel se manchó, si el agua del inodoro se arrugó, ya está. Salió lo que había guardado adentro. La uretra, la vegija, la cabeza, las manos. Todos están de acuerdo en aplaudir de pie.
Escribir es más fácil de lo que se cree. No hablo de hacerlo mal o bien, hablo de hacerlo. Aunque al poeta le digan que es un mal poeta, él no se aflije, ya le dijeron poeta, y con ese rótulo en la cabeza se va a dormir en paz. O a escribir en paz. O a mear en paz. O todo eso junto.

miércoles, 15 de julio de 2009

ROBERTO BOLAÑO (1953-2003)


A seis años de su muerte, sólo nos queda hacer una cosa para homenajearlo.
Leerlo, leerlo y no dejar de leerlo.

lunes, 13 de julio de 2009

FLOR DE INJUSTICIA


Usted puede pensar, a priori, sin mayor ejercicio mental que el que demanda seguir un partido de bochas en diferido, que los comerciantes de la ciudad sufren igual y por lo mismo. Inflación, inseguridad, caída en las ventas, etc. Déjenme advertirles que su razonamiento transita por la vía equivocada. O al menos no es equiparable la pena de un florista con la de ningún otro rubro del comercio. El problema radica en que los especialistas en amapolas, madreselvas y crisantemos, no sólo reciben los efectos devastadores de la crisis internacional, la gripe porcina, y la debacle recesiva post-electoral,sino que también los acompaña una angustia más. Cargan sobre sus hombros el interrogante más tortuoso que un hombre puede llevar consigo durante un día entero. Una desgracia que sólo los entendidos en masetas, tierra y plantines, conocen.
No es fácil. Qué va a ser fácil.
Si resulta que...
Abren de noche pero venden más de día. Son los verdaderos comercios "24 horas". Tienen la radio encendida, pero no la escuchan. Sólo paran la oreja cuando gritan los números de la quiniela o el estado del tiempo. Se entretienen mirando la gente pasar. Se comen los mocos, se atan y desatan los cordones tantas veces como escupitajos reciba el cordón cuneta,revuelven la tierra de las masetas hasta marear el humus y provocarle vómitos reiterados, escriben en la pizarra la oferta del día con tiza blanca, y a veces, sólo cuando les queda un tiempo muerto, asoman la cabeza y comprueban si el calor que azota su rancho de chapa verde es prodcuto del sol o del motor de los colectivos.
Hace frío y riegan lo mismo. Se mojan las manos, arman paquetes, emprolijan brotes,cortan tallos. Algunos hasta escriben tarjetas a nombre de otro.
Cuando se aburren hacen crucigramas o leen una revista que les prestó el del puesto de diarios. Cambian la yerba cuatro veces al día. Al agua la calientan en el bar de enfrente. Y las facturas que compran a la mañana persisten hasta bien entrada la tardecita.
A veces el olor de los sahumerios los hace toser y estornudar. Ahora también venden barbijos y usan alcohol en gel.
Ahora que están baratos los pensamientos, la gente lleva jazmines. Es que ya nadie pone un mango para que las ideas echen raíces.
Y lo peor de todo, lo más triste, lo dificilmente reparador, lo improbablemente solucionable, y ahí es donde radica mi defensa hacia este gremio desprotegido por la ciudadanía toda, es que jamás podrán distinguir entre quién compra una flor para dirigirse al velorio y aquel que lo hace en ocasión de su primera cita amorosa. Da lo mismo el pibe nervioso que no sabe qué ejemplar llevar ni dónde camuflarlo para no ponerse bordó de la verguenza que aquel que se dirige con los ojos empañados al entierro de su ser querido. No hay forma de saberlo. No es posible averiguarlo. Si ambos van apurados. Si los dos señalan con el dedo y pagan justo. Si apenas dicen un gracias. Si las sonrisas las tienen guardadas como los pañuelos. El muchacho para secarse las manos sudadas de los nervios, y el que visita el difunto por si se le pianta un lagrimón en medio del responso.
Eso es grave. Eso es verdaderamente una injusticia. Mucho más injusto y desalentador que deshojar la margarita y concluir que (ya) no te quiere.

viernes, 10 de julio de 2009

LA PREGUNTA DEL MILLÓN



- ¿Para quién escribís?
- No sé si escribo para alguien en especial. Primero creo que escribo para mí. Por necesidad. Si otros me leen, es algo accidental.
Ella se arrepintió de la pregunta, respiró hondo y bajó la cabeza. Sacó las manos de los bolsillos y comenzó a frotarlas sobre sus pies como si intentara prenderlas fuego.
- Ahora que lo pienso bien, ya sé para quién escribo.
- ¿Para quién?
- Para la gente que tiene frío en las rodillas... y hace preguntas insólitas.

martes, 7 de julio de 2009

COSAS DE BAR



Abrió un bar en la calle Montevideo. Era la novedad del barrio y lo fue a visitar. Charló con el encargado y avisó que su mesa sería la del fondo que da a la calle. Y que su pedido será siempre el mismo: lágrima en jarrito y dos medialunas de manteca. Trabaja a la mañana. Duerme la siesta. A la tarde sale a correr.
Vuelve al bar cuando cae la tarde. Ella lo espera en el cine de la calle que tiene forma de caracol, frente al estacionamiento abandonado. Ella le cuenta de un libro que se compró. Él le dice que ya lo leyó y que no le gustó tanto. A las dos horas salen tomados de la mano y caminan rumbo al centro. No hablan de la película sino de la cola que tuvieron que hacer para ingresar.
Hay viento y la luna tiene una forma rara. Se sientan. Él pide lo de siempre, ella lo mismo que él. Ella le habla de ese libro otra vez.
- La parte esa en que el tipo da vueltas en círculo alrededor de un poste de luz recitando los poemas de Parra, ¿no es genial?
- ¿Y por qué te gustó tanto esa parte?
- Porque es algo que jamás hubiera hecho, y anoche me puse a dar vueltas alrededor de la mesa del living con un libro de Neruda en la mano y recitando poemas en voz alta. Me acosté a las 4. Me doy cuenta que un libro me llegó cuando empiezo a hacer lo mismo que sus personajes.
- ¿Y te gustó Neruda?
- No sé. No te podría decir. Cuando lo empecé a memorizar y a entender me quedé dormida parada. Y me fui a la cama.
Le dio un beso largo como la cola que habían hecho en el cine y, cuando el mozo traía la cuenta, le volvió a preguntar por Neruda.
- ¿Habías leído algo de Neruda?
- No, me caían mal los chilenos. Era un prejuicio. Pero mandé los prejuicios a la mierda con Bolaño. ¿Vos leíste a Bolaño?
- No, porque tenía prejuicios con los escritores que se mueren antes de los cincuenta. ¿Vos decís que mande a la mierda ese prejuicio también?
- Y... yo diría. De lo contrario te vas a perder la mitad de la literatura universal.
La chica que tenía el flequillo en comba como una esquina trazada con escuadra sacó de la cartera la versión violeta de anagrama de "Llamadas telefónicas" y le dijo empezá por acá.
- Si no te podés dormir, empezá a leerlo en voz alta dando vueltas (a paso lento) por tu casa.
- ¿Y si me empiezo a meter en la piel de los personajes y hago lo que ellos hacen y me vuelvo loco?
- No, con Bolaño eso no pasa. No te podés parar con Bolaño. Te vas a sentar enseguida. Te va a atornillar el culo a la silla. No vas a poder dar ni media vuelta al living. Lo que no te aseguro es que no te vuelvas loco.
Abrió el libro en la página que estaba el cuento "Henri Simon Leprince".
-Tengo una idea mejor. Lo empiezo a leer ahora, en voz alta. Si me queda el culo atornillado a la silla, ¿vos me sacás?
Se rieron, otro beso más. Él se acomodó como si de veras su trasero fuera haciéndose la idea de la eternidad en aquel artefacto de madera y empezó a leer con voz pausada. Ponía caras raras y gesticulaba en cada oración. Tenía las mismas facciones que la luna. No se sabía quién actuaba mejor de los cuatro. No se sabía qué era lo más raro de los tres. Si los gestos de él, la pose de ella, o el flequiilo en comba de la que leía poesía de pie mientras esperaba que le viniera el sueño.
Lo único cierto es que el negador de los escritores de menos de cincuenta hacía cada vez más muecas y menos pausas. La del flequillo lo miraba con atención. El mozo se había parado tras ellos y anotaba todo, como si fuera el pedido más caro del mundo.

lunes, 6 de julio de 2009

RECORDANDO A ONETTI



El 1 de julio hubiera cumplido 100 años. Otro uruguayo tardíamente reconocido.
El hombre que se casó cuatro veces y fumó hasta el fin de sus días fue además de periodista y escritor plomero, albañil, maestro rural y corrector de pruebas.
Tenía como autores preferidos a Faulkner, Proust, Céline, Dostoievski, Hemingway. Y admiraba a poetas como Shakespeare, Walt Whitmann, Pablo Neruda, César Vallejo, Luis Rosales.
Además de buena pluma tenía buen gusto el hombre. Aunque para la soberbia francesa aún no haya sacado chapa de autor existencialista. Claro, ese pedestal se lo dejan exclusivamente a otro que usaba anteojos negros y redondos: Jean Paul Sartre.

Detestaba los homenajes. Acá uno humilde, pequeño, para que no se caliente tanto. Escribió alguna vez:
"Yo besaré los pies de aquel que comprenda que la eternidad es ahora, que él mismo es el único fin; que acepte y se empeñe en ser él mismo, solamente porque sí, en todo momento y contra todo lo que se oponga… Siempre he sido Onetti. Nunca usé trucos, ni estafé a nadie ni a mí mismo. Todas las debilidades que se pueden encontrar en mis libros son debilidades de Onetti y son auténticas debilidades."

miércoles, 24 de junio de 2009

¿?

Cuando lo obvio se vulgariza, se vuelve grotesco y ya no queda nada.
¿Y qué queda cuando nada queda?
Já. Qué pregunta más obvia. Qué respuesta más vulgar.

lunes, 15 de junio de 2009

BOLAÑO O LA TEORÍA DE LA CASA AMUEBLADA



Es imposible ser el mismo después de leer a Bolaño. Voy a ser más específico. Es imposible ser el mismo después de leer Los detectives salvajes. Lo terminé a las cuatro de la mañana y me quedé con la boca abierta y recién la volví a cerrar a las cuatro y cinco más o menos.
Al principio, intimida. Son 609 páginas que espantarían a cualquier prejuicioso que da veredictos literarios poniendo los libros en una balanza de farmacia.
Hay que armarse de paciencia y por sobre todas las cosas estar abierto a la sorpresa constante. Dejarse llevar y no tener miedo si en algún momento sentís un cosquilleo en el cuero. Es que este hijueputa se te mete en los huesos y pensás que son hormigas. Pero no. Es la pluma de esta bestia que te acaricia las tripas con su estilo y sus historias.

Abunda en la técnica de las cajas chinas, con infinitas sub tramas cargadas de suspenso, realismo y humor. Todo está envuelto por un chasis vestido de thriller feroz que te va chupando de a poquito. Es un collage exquisito que armás en tu cabeza y en tus pies y en tus ojos. No exagero. A este libro lo leés con todo el cuerpo. Sí, con todo.
El estilo sin anestesia supone golpes de efecto en cada renglón, cachetazos en cada párrafo y una buena trompada en el mentón por página leída.
Es violento, directo, soberbio. Es como el hilo de Ariadna que vas estirando desde la página 1 a la 609. Es border, renovador y transgresor pero nunca pierde de vista la verosimilitud interior que un relato- a priori inverosímil- neceista.
Es como esos departamentos amueblados hasta los flecos en el que solamente tenés que poner la ropa en el placard y entrás a vivir. Llave en mano o como se llame. Esto es igual, te metés adentro del libro y no tenés que preocuparte por nada extrínseco al relato: está todo ahí. Y eso es lo que más miedo da.

Dicen que es la versión menos filosófica-romántica de la Rayuela de Cortázar. En Bolaño la realidad es más cruda y no tan metafísica. Es cierto que las dos obras cumplen con las cualidades de ser ambiciosas, globales, totalizadoras, imprescindibles. Pero, por ahora, ahí no me quiero meter. Ni en pedo. Estoy en la etapa de disfrutar- y empezar a entender- a este monstruo y no para andar trazando diferencias con otro genio del género. Ya habrá tiempo para comparar. Primero hay que tomar aire y respirar hondo, porque si hay algún efecto colateral comprobado que produce el cannabis bolañiano es que corta la respiración.

En fin. Por hoy está bien. Sólo una reflexión final:
Siempre me pareció una pregunta vacía y sin mucho sentido, esa que machaca interrogando: ¿Qué libro llevarías a una isla desierta? Bueno, loco. Ya está. Encontré la respuesta. Ahora seguro que nadie me lo pregunta. Por las dudas ya la tengo en la punta de la lengua...

viernes, 12 de junio de 2009

APARECIÓ OLIVERIO


Encontré- por esa fobia a ver la biblioteca con pelusas- un libro de tapas blandas y hojas amarillentas. Lo compré en Plaza Italia a $12 apenas llegué a Buenos Aires. Era uno de esos domingos que salía a caminar disimulando lo inmensa que me sentaba la ciudad.
Nunca lo leí. Ahora pienso que fue porque no sabía de su existencia. Esa es la ventaja de tener pelusas en la biblioteca. Cuando te decidís a "plumerear" lomo por lomo aparecen esas sorpresas formidables. Y ahí es cuando apareció; sacuediendo el polvillo que olía a sótano, Espantapájaros, de Oliverio Girondo. Un poeta injustamente poco conocido. Como tantas otras injusticias en la materia.
Leí "Veinte poemas para ser leídos en el tranvía" en un colectivo semicama que iba de Salamanca hacia Madrid. Me gustó tanto que a mi regreso a Salamanca le dije a la bibliotecaria si tenían las obras completas. El No fue rotundo. Me fue difícil encontrar algo de él. Salvo en contadas librerías de la calle Corrientes, que siempre que me decían que Sí yo andaba sin un mango, está jodido dar con algún librito del gran Oliverio. Sé que Losada editó sus obras. Por ahí hay que hacer la búsqueda. Y vale la pena.

El tipo/a que lo leyó antes que llegue a mis manos marcó con un trazo fino de lápiz el siguiente fragmento. De haberlo leído entonces, seguramente yo habría apretado más fuerte el lápiz.
"Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay diferencia sustancial entre vivir con una vaca que con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedreste, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando."

Espantapájaros,1932

miércoles, 10 de junio de 2009

VALS DEL FALSO RETORNO (¿bailamos?)



Lo primero que quiero preguntarle es/ por qué se acerca si esto que suena es para bailar sólo/ a lo sumo con la propia sombra.

Allá lejos y hace tiempo /tan lejos como la semana pasada
me acordé de la furia con la que gritaban sus ojos
era de noche/ siempre la furia camina de noche y con la boca seca.

Y se acercaba para bailar conmigo/no le alcanzaba con su sombra.

Y ahora parece que vuelve/en sueños envueltos en papel celofán
no los abro/hay una voz que me dice que no vuelva a pisar el palito/
la ratita retrocede y no entra/con más dudas que certezas se cruza de manos en la puerta/ y no entra.

A ella que le daba lo mismo un caramelo de menta que un beso mojado/ ahora pide revancha/ justo ahora que aprendí a pitar sin ella.

No es cuestión de tiempo/¿acaso somos todos relojeros?/ la vida es más compleja
que dos agujas y doce números/ pero se acerca y te abriga con la impunidad de una bufanda tejida a mano.

Aunque sí/ cuando caminás con las manos en los bolsillos por la calle ancha y el viento te bautiza la frente a palazos secos/ ahí sí que todo parece simple.

Sabe que esto que suena/ ahora sólo va el piano/ después entrará el clarinete/ y al final
Esa voz enorme/ de ese negro gigante como un traje de un detective gordo/ sabe que esto no es para dos.

Pero pienso que ahora es tarde/ no me agarres las manos
no me empujes hacia vos.

Tampoco valen las disculpas por la tardanza a una cita que se planeó con siglos de anticipación/ no se puede llegar tarde al entierro de sí mismo/ menos si sabías de antemano que no ibas a morir.

No me pidas minutos ni segundos/menos horas/no lo hagas.

Justo ahora que elegí mirar una carrera de tortugas con mi reloj de arena en la mano/
no me pidas la hora/justo ahora/que logré hacer anillos de humo sin vos y nadie me mira.

Esto no es un tango/ en esta baldosa no hacen falta dos/ si aquel era el sentimiento triste que se baila/ esta es la melodía más alegre y egoísta del mundo/ y por eso no bailo con vos./ Escuchá qué bien suena.

Como el discurso de los caracoles cuando lo acercás a tu oreja/te convence enseguida que ese cascarón está hecho de olas que rompen y no mojan/ esta música se parece a ese exquisito engaño en forma de espiral/es la música que no es/ es la voz que te conquista sin tocar una nota.

¿Y esto se canta?/¿y esto se baila?/¿A qué hora termina este bodrio?
Todas esas preguntas que sabés no tienen respuesta/ las hacés porque llegaste tarde/
Y porque ya nadie quiere bailar con vos/ ni tu sombra/ ni la mía.

Nunca entendió eso de la puntualidad/ y eso que le gustaba hablar del tiempo y sus miserias/ muchas cosas nunca entendió/ pero fue una la que más me dolió/
eso que me cansaba de repetirle/ esa historia idílica que le susurraba al oído/
esa que hablaba de tener la cabeza fría y los pies calientes/
eso sí que nunca lo entendió.

Jamás habrá respuesta sobre ese tema/ que cómo se baila esto/ no preguntes cuándo.

No me hables de esperas/que no me queda ni un centímetro de paciencia
Ni se te ocurra hacerlo ahora/ por más que sea de noche/ y tus ojos vuelvan a estallar de furia/ estoy sólo y miro el suelo/ y las tortugas correr/ ahora no/ que estoy empezando a entender cómo es esto de fabricar anillos en el aire que no entran en tus dedos/ eso es lo que más me gusta de vos/ saber que no volvés/ por miedo a entenderme.

Ahora fumo sólo/bailo sólo/ y por suerte tengo carrera de tortugas para rato/ no me preocupa eso que tanto te ponía nerviosa/ el tiempo lo manejo yo/ cuando el relojito se quede sin arena/ lo daré vuelta/ y las tortugas seguirán corriendo/ y yo seguiré fumando/tomándome mi propio tiempo.

jueves, 4 de junio de 2009

ESPÍA


El bondi, como los bares y las plazas, todavía es un lugar en el que se puede escribir mientras ves a todos andar. Menos uno, que decidió sentarse para ver a todos moverse.
Tres cuadras antes de tocar el timbre puse el punto final. La vecina de asiento pispeaba, pero giré el hombro derecho y la amenacé de muerte con el codo. No pudo leer nada. Tampoco hubiera entendido la letra.
La ventaja-o desventaja- es que la pc no conoce fronteras caligráficas. Para ella todos escribimos en Times New Roman 12. Eso hubiera querido la señora del cuello largo que se bajó vaya a saber en qué parada de la línea 92.
Aunque ella jamás lo sabrá, el muchacho del codo protector, escribió:

"Era el mayor acto de fe que había hecho en su vida. Seguía creyendo en ella aunque el sol de la mañana le azotaba puñetes a su frente. Había dos pedazos de él en aquella vereda. Uno seguía esperándola con ansias. El otro ya sabía que jamás vendría. Los dos formaban la metáfora perfecta de los amores ridículos: el que espera sentado el invisible andar de la obsesión.
La esperó mojado, acurrucado en una esquina como un caracol que asoma la cabeza para ver quien viene."

martes, 2 de junio de 2009

TA TODO BAJO CONTROL


Este señor es el culpable de la falta de actualización de este espacio. Todo sea por una causa noble: ser licenciado, uau.
Ya falta menos. Vayan abriendo el vermucito que en breve está lista la tesis. Good show!
Un adelanto exclusivo: como no podía ser de otra manera, la hoja dedicada a los agradecimientos resumirá en 7 (siete)sentidas palabras mi más profunda congratulación para quien fue la verdadera artífice de este trabajo de investigación.
Sin ella, nada de esto hubiera sido posible.
Escribiré; en arial 12, texto justificado, letra negrita y cursiva: "A Betty Sarlo, por su apoyo incondicional."

miércoles, 27 de mayo de 2009

(des)HONESTIDAD INTELECTUAL



Resulta que el viernes 22 de mayo leo en el diario fundado por Don Bartolomé Mitre lo siguiente:

"Ritualmente se menciona a Tato Bores como un patrón del humor político televisivo, olvidando que no sólo su talento fue singular sino que vivió en años menos inclementes con los requisitos de la inteligencia. Tato Bores trabajaba, en primer lugar, con su propio cuerpo y voz: él se colocaba como fundamento humorístico de sus programas. Los monólogos no representaban a "otros" existentes, sino que mostraban a Tato Bores interpretando un personaje; eran invención cómica, no imitación caricaturesca. La ironía tenía un lugar más importante que la parodia."

"La caricatura y el disfraz ocupan el lugar de recursos intelectualmente más difíciles de manejar, como lo fueron la puesta en escena y las ocurrencias verbales, casi surrealistas, porteñas sin costumbrismo servil, de Tato Bores. El humor se sostiene por la repetición de rasgos, la caricatura y la parodia. Pero también por la ironía, por la distancia reflexiva y no sólo por el pegoteo mimético con la realidad; por la invención que convierte a un personaje en algo extraño y no sólo en la gigantografía de su modelo; por la incorporación de signos que no estaban antes en el diseño de una figura pública (un ejemplo ya clásico es Carlos Menem con su silloncito, dibujado por Hermenegildo Sábat). Las imitaciones son sólo un capítulo del humor. Hoy parece ser casi el único que la televisión pone en pantalla y, por lo tanto, el discurso se concentra en ellas, con una mirada cuya hipnosis padecen los políticos."

La autora, como se imaginarán a esta altura, es Beatriz Sarlo. ¿Se acuerdan? Menos mal que no sabía nada de videopolítica, humor en tv, etc. Los milagros que hace Tinelli: Hasta Sarlo volvió a ver la tele.

Es sorprendente cómo la intelectual porteña, ex militante del Frente Grande, se explaya sobre términos que dijo no estar capacitada para hablar. Su frase excusándose de la entrevista que le propuse el mes pasado fue: "yo me junto a conversar con alguien cuando tengo algo que aportarle, y no es este el caso."
O se acordó de golpe o la mentira y la vagancia se han convertido en dos valores de la posmodernidad. Algo de lo que ella sí ha escrito y seguramente tendrá algo para aportarnos.

Gracias Betty. Nos estamos leyendo. Hasta la próxima nota sobre Gran Cuñado.
Y gracias Marce por darle a una de las referentes culturales más respetadas de nuestro país la posibilidad para que dé catedra de sus conocimientos en materia audiovisual. Como dijo la "Sú", otra indiscutible del show-bussiness nacional,: "sabías un montón".

lunes, 18 de mayo de 2009

RETAZOS DE UN POETA



HAGAMOS UN TRATO
Compañera,
usted sabe
que puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diez
sino contar conmigo.


LOVERS GO HOME
Sé por primera vez
que tendré fuerzas
para construir contigo
una amistad tan piola,
que del vecino
territorio del amor,
ese desesperado,
empezarán a mirarnos
con envidia,
y acabarán organizando
excursiones
para venir a preguntarnos
cómo hicimos.

VICEVERSA
Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.
o sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.

TÁCTICA Y ESTRATEGIA
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos.

Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible.

Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos.

Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

EL POETA DEL CORAZÓN


Tenía 88 años y su corazón le dijo basta. Justo a él, que le dedicó ríos de tinta. Se llamaba Mario Orlando Hamlet Hardy Brenno Benedetti Farugia. Cuándo no, los creativos urguayos alargando algo tan sencillo como un nombre.
Escribió en todos los géneros. Fue cuentista, novelista, dramaturgo, ensayista, periodista y poeta. Publicó más de 80 libros.
Los críticos literarios y la academica que viste traje y usa maletín nunca le tuvo gran consideración. Quizá un reconocimiento tardío. Pero el hecho de ser un escritor "popular", que vendía y llegaba a la gente con su lenguaje llano y sencillo, no era una realidad digerible para muchos. Al gordo Soriano le pasó lo msimo. Y a tantos otros.

"Sólo me faltan seis meses y veintiocho días para estar en condiciones de jubilarme". Así empezaba "La Tregua", la novela que llevó al cine Sergio Renán y fue nominada al Oscar en 1974. Martín, un oficinista montevideano viudo se enamora de Laura Avellaneda, su compañera en el área de Finanzas. Hoy es un buen día para volver a verla.

Exiliado en Lima, La Habana, Madrid y México siempre fue un hombre que defendió sus ideales políticos. Una vez definió al amor y a la política diciendo...
"No creo que haya en esto una contradicción, porque la política es también una forma del amor (aunque no viceversa). Hay que aventar cierta mentirosa imagen que suele presentar al luchador político como un ser tan riguroso en su disciplina, que es incapaz de amar como cualquier hijo de vecina, e incluso a la hija del vecino, sobre todo si está bien de piernas e ideología. El amor no es un artículo suntuario, sino una necesidad vital del ser humano. Y no pensamos avergonzarnos de semejante realismo."

Gracias, Mario.

Y si por esas casualidades que te da el cielo del Uruguay -que debe ser entrañable como el centro de la ciudad- te cruzás con Felisberto Hernández, Horacio Quiroga o Juan Carlos Onetti, mandale saludos. Si están llorando en alguna esquina, es por vos.
Dicen que en Montevideo el cielo de ayer estaba gris y que las nubes se esforzaban para no lagrimear. Es que lo tuyo fue siempre alegría y arrancar sonrisas hasta de un balde de lágrimas.

viernes, 15 de mayo de 2009

EL PROBLEMA DE SOÑAR

Soñé que me quedaba a dormir de una novia de la adolescencia y que, al despertarme, no encontraba mis ojotas havainas. Las busqué en todos lados. Debajo de la cama, entre las sábanas, en el baño, debajo de la almohada, en el ropero, en la mesa de luz (que no era una mesa ni tenía luz). Pero no hubo caso, mi calzado estival jamás apareció. Todos dormían en la casa de la chica que tenía las manos más suaves que hasta entonces había conocido y no quería despertarla a ella para que me abriera la puerta. Me dieron unas incontenibles ganas de largarme de esa casa que no me pertenecía. Al estar descalzo mis pasos no se sintieron y pude salir por la puerta de la cocina que siempre estaba abierta. Por suerte el perro dormía en el patio y ni se inmutó por mis movimientos. Salté la reja, me raspé el codo derecho como un delincuente inexperto y por fin me sentí libre. Vivía cerca, a unas tres cuadras. Me fui caminando, sintiendo que el aliento de la vereda es más caliente en verano. Agradecí la existencia de la fiaca dominical, sin la cual no hubiera podido cruzar esa reja con dignidad. Los ojos pesados de vecinos pesados hubiera sido demasiado peso para un tipo que huye a pie de la forma menos otrodoxa que el vecindario recuerde. Ellos espiaban con ojo de lince cada "movimiento extraño" de la familia de la chica de manos suaves.
No sé que habrá pensado la chica de las manos suaves cuando intentó abrazarme y se encontró con un puñado de sábanas y mi sector de la cama deshecho. Habrá pensado que estaba en el baño (de chiquito siempre me levantaba a orinar al menos una vez en la noche), que había ido a tomar agua, o que me había desvelado y estaría en el living haciendo zapping.
La frustración más grande de esta mañana no fue despertarme y ver que mis havainas negras, compradas a 8 reales en un puesto callejero de Florianópolis, estaban al lado de la cama, como esperando a que vinieran los reyes. No, esa no fue la mayor frustración. Sentí un nudo en el pecho cuando me di cuenta que no supe cómo terminó aquella historia. ¿Qué habrá pensado la chica de las manos suaves al saber que tiene un novio que huye al alba y camina descalzo por el barrio aduciendo que perdió un par de ojotas?
“Pero si nunca las trajiste, tonto, no te acordás que anoche fuimos a caminar y tenías puestas las zapatillas blancas”, cree recordar que le dijo la chica de las manos suaves como un papel de calcar. Pero a esta altura, ya no puede separar lo que soñó de lo que cree que soñó. Son como dos imágenes borrosas que se entremezclan, como dos ojotas que toda la vida caminaron juntas y que de repente, en una esquina, cada cual toma caminos diferentes.
¿Pero justo a ella le tenía que hacer esto, a la chica pulcra de manos y pies brillantes como un cristal? Si viera las plantas de mis pies. Le diría que venga a verlas ahora que están limpias, como las de ella. Pero ya no tengo su teléfono ni sé que fue de su vida. Menos sé acerca del estado actual de su manos y de sus pies. Deben seguir como entonces, salvo que haya salido con novios que le esconden el calzado y la obligan a huir de madrugada sin refugio en sus pies. Lo único que espero, por su bien y el de su codo, que sus novios no vivan en casas con rejas, y si de pedir se trata, rogaría que los vecinos sean menos rigurosos que los de su casa de la infancia.
En el sueño, una vez que llegaba a mi casa me iba al fondo del patio y con la manguera me limpiaba los dedos mugrientos cargados de tierra, arena y mugre. Al enjuagarlos, el agua que se perdía entre los dedos era negra, bien negra, como las havainas que jamás encontré.

jueves, 14 de mayo de 2009

METAMORFOSIS*



Cambié tu nombre para no llamarte,
Corté mis manos para no tocarte,
Cambié de planeta para no encontrarte,
Cambié tus cartas por mis libros,
Y tus marcas por las mías.

Sólo falta que cambie estas palabras huecas
por tus besos mudos, sin lenguaje.

Franz cambió por Gregor,
Kafka lo hizo por Samsa,
Y como por arte de magia,
dejaron de ser humanos.

Por ese amor que me negaste,
Ya no creo ni en el viento zigzagueante
Que me lleva a los rincones y zamarrea mis dolores.

Ya no podemos hacer nada:
La habitación vacía y el artrópodo que huele a cañería,
Igual que mis tripas mansas enloquecidas de melancolía.

Ni Gregor Samsa, ni Franz Kafka.
Sólo queda esperar el próximo cambio
Para saber en qué se convertirá este horrendo escarabajo.

*El poeta que se tiró al mar fue rescatado por un pescador de la zona. Lo subió a su bote, lo reanimó, le preguntó si se encontraba bien, si necesitaba algo. "Un lápiz y un papel", dijo. Y escribió METAMORFOSIS apoyado sobre la cubierta, resguardando sus letras de las olas que lo salpicaban. Lo terminó metros antes de llegar a la costa.

miércoles, 13 de mayo de 2009

ENTRE DOS AGUAS*



Mis oídos están ciegos,
Por culpa del grito ensordecedor de tu silencio.
Si al menos me hicieras alguna mueca, alguna seña. Pero no.
Elegiste ese grito vacío para recordarme cuán presente está tu ausencia.

Es que en las noches las almohadas bostezan,
Los pasillos se angostan y ni la oscuridad los habita.
Las sábanas preguntan por vos y ya no sé que más decirle.

Las voces se pierden en el eco de la madrugada,
Ninguna te pertenece… has elegido callar, y esa
Fue tu mejor opción.

Ya no vienes a buscarme y la luna se marchó con vos.
La lluvia no se anima a llorar por miedo a que su ruido
Perturbe tu silencio.

Si ella supiera que hace días tu silencio me perfora el oído,
No tardará en largarse el aguacero.

Serán días de cuerpos húmedos salpicados por gotas cristalinas,
Serán días de horas secas y minutos con sabor a madera vieja.

Al fin se largó, ahora gritan desde lo alto y caen desde arriba
Como un manto de limosna.
Ante tanta boca muda,
Ante tanta voz quieta,
Ese grito en el desierto se empapa de sonido,
Justo cuando tu voz se levanta y ya nadie quiere oírte.

*Escrito por un poeta que decidió perderse en el mar, leyendo sus versos en voz alta hasta que las olas lo fueron cubriendo y su cuerpo se perdió como una gota de agua entre la inmensidad azul.

lunes, 11 de mayo de 2009

EL GENOCIDIO EN RUANDA CONTADO POR UNA ARGENTINA

“Los 100 días que no conmovieron al mundo” es un documental argentino sobre el genocidio ocurrido en Ruanda en 1994. Sobre una idea de Susana Reinoso y la realización de Vanessa Ragone y Víctor Ramos. Está enfocado en base a la experiencia de la Dra. Inés Weinberg, abogada argentina e integrante del Tribunal Penal Internacional de la ONU, quien estuvo allí para juzgar los crímenes de lesa humanidad cometidos en el país africano, donde en cien días se exterminó al 10% de la población del país, casi 1 millón de personas.

El trailer está subido a youtbe, pero se corta a la mitad. Vale la pena ir a verlo.

Los días, horarios y lugar para verlo son:
11 de mayo: Proyección en 35º Feria del Libro -18hs. Stand 500 del pabellón azul.
15 de mayo: Ciclo “Preestrenos 2009″. Organizado por el Museo del Cine -Sala Colegio de Abogados – 20hs
22 de mayo: Facultad de Derecho UBA. Organizado por la Sec. de Relaciones Institucionales de la Facultad de Derecho de la UBA
28 de Mayo: Festival DerHumALC – Sección Memoria – Cine Gaumont – 22hs.
A partir de Junio, estará a la venta en formato DVD.

Es para verlo ahora, comprarlo el mes que viene y guardarlo en la memoria para siempre. Hubo un holocausto hace apenas 15 años, y son pocos los que lo saben. Y menos los que se animan a recordarlo.

domingo, 10 de mayo de 2009

NADIE,NADA,NUNCA

Y la sorpresa fue grande cuando creía que se iba a devorar el mundo, y fue éste quien le dio un tarascón.
Mayor fue la sorpresa cuando subió al cuarto piso y había alfombra en lugar de parquet y la decoración de las paredes era de color pastel como la de su tía, la solterona eterna.
El ascensor iba lento como el de la película Brazil.
¿Qué hacías ahí pedazo de inconsiente?
Ni que hablar cuando empezó a callarse, y de repente se vio obligado a llenar los pedazos de silencio que rompían el ambiente.
¿En qué idioma hablaba? A veces los paracaidistas húngaros ingresan en un monoambiente sin necesidad de tocar la puerta.Y nosé como hacen, pero salen caminando, de lo más bien, con las manos en los bolsillos y silbando bajito. Hay veces que huir decentemente, es la mejor forma de escapar. Y nadie te cree si decís que te esperan a comer. Por eso esas mentiras de patas cortas a veces caminan más rápido que la propia sombra.
Rantés, el tipo que miraba siempre al sudeste, quizá tenía razón. Aunque nunca supo hacia qué punto cardinal se dirigía, esta tarde se acordó mucho del personaje creado por Eliseo Subiela. Y nadie tocaba el saxo. Casi que no había música.
Sólo los autos de fondo, y alguna bocina histérica.

No eras vos. Pero a veces te divierte jugar a ser otro.

Nada; nunca, es como te lo imaginabas.

jueves, 7 de mayo de 2009

CORTÁZAR NO SE ACABA NUNCA


Ya está en las librerías Papeles inesperados,(Alfaguara, $65) una serie de textos de distintas épocas, muchos de ellos inéditos y otros considerados perdidos. Fueron hallados por quien fuera su primera mujer, Aurora Bernárdez, en un cajón del piso que compartieron en París. Aurora se los entregó al filólogo español Carles Álvarez Garriga quien le dio forma y orden a esos sueltos "inesperados".

En esas páginas aparecen textos no publicados de los cronopios, del Libro de Manuel, de Un tal Lucas; hay además poemas inéditos, prosas, relatos, entrevistas, autoentrevistas, artículos sobre literatura y política,etc.

J.D. Salinger, otro gigante de la cuentística del siglo XX, sentenció en El guardián entre el centeno que hay dos tipos de escritores: "por un lado el maestro, que uno lee con devoción; el otro es el escritor amigo, con quien a uno le gustaría hablar por teléfono."
Y están los escritores, esto lo agrego yo, que son ambas cosas a la vez. El maestro-amigo. Éstos no morirán jamás. Qué mierda va a estar muerto Julio. Todos los días se lo redescubre. Todos los días se lo vuelve a querer.
Es un muerto que no para de nacer.

jueves, 30 de abril de 2009

LADRIPROGRESISMO

Así... no, Aníbal.
El papelón que el cuñado de Alberto Fernández protagonizó frente a las cámaras de Canal 13 repercutirá en las elecciones del 28 de Junio.
Pensar que venía tercero -y subiendo- después de los máximos exponentes de la "nueva política" porteña, Gabriela y Alfonso.
Las últimas encuestas marcaban:
Gaby: 37%
Alfonso: 25%
Aníbal: 18%

Qué lo pario!, dijo Mendieta, le salió el tiro por la culata. Pregunta: ¿A dónde irán los votos que seguramente perderá Ibarra?
Imagino que podrían ir a parar a las urnas de Solanas,Telerman o Heller. En ese orden.

sábado, 25 de abril de 2009

La generación perdida descubre la salsa de amapolas


Leer a Daniel Salzano es como tomarse un vaso de agua helada cuando la garganta está seca como un charco recauchutado por el sol.
Es el poeta cordobés que mejor pinta historias en el papel. Todos los sábados escribe la columna Quiénes y cuándo en La Voz del Interior.
En el artículo de hoy, titulado "La generación perdida descubre la salsa de amapolas", hace referencia al reencuentro con sus viejos compañeros de secundaria. Es el único de 14 comensales que no tiene celular. Recuerda nombres de profesores, se pregunta por los compañeros que no asistieron a la cena, analiza la metamorfosis que sufrió la palabra -según él impecable y decisiva- "Boludo" y tantas delicias más.

Lean y disfruten. Acá van algunas pinceladas por si son perezosos y no leen la nota completa.

"Siendo las dos menos cuarto advierto que si me apoyo en el respaldo de la silla y me echo para atrás, la plaza San Martín se tambalea. La iglesia Catedral, tenue como la bruma, se deja absorber por todo el cielo."

"En un momento dado se me resbala la servilleta y va a parar al piso. Cuando me inclino a recogerla obtengo como recompensa un extraordinario plano de los pies de la promoción. Todos en pata: medias negras y pies hinchados sobre la gloria bendita del mosaico fresco. Un mocasín, solitario, navega a la deriva."

" Palabras utilizadas con insistencia durante la cena: chupina, suspensión, timbre, diciembre, marzo, colesterol, glucemia, Viagra, nuera, corrupción, capotón, bolilla, bolillero, trimestral, culasón, Alfonsín, Alfonsín, Alfonsín."

" ¿Así que este es el famoso strudel de manzanas con salsa de amapolas?
Muñoz, en un susurro, le pide al mozo que se lo cambie por un flan. Con dulce de leche."

"A través del hilo musical, se escuchan dos temas de Sinatra: Llévame volando a la luna y Tenías que ser tú. A ver si de una puta vez empieza el otoño."

"Creo que cuando los hombres cumplen sesenta años se convierten en santos."

"Bajo un cielo remachado por estrellas, un puñado de alumnos del Belgrano chamuya como si, por un instante, hubiera tomado la ciudad."

Para la barriada poco adepta a la holgazanería, les dejo la pared completa pintada por Salzano

lunes, 20 de abril de 2009

Y ERAS DE VERDAD

Y ahí es cuando se enreda y cae de boca al suelo,
Su único merito es poner las manos.

Junta los restos de vidrio y sigue.

Carne de cañón de la soledad,
Aliada incondicional de los contratiempos.

Siempre tarde, aunque vaya a ninguna parte,
No lleva reloj porque le irrita ser consciente de su impuntualidad.

Se atropella en el espejo que le avisa sus defectos,
Y sale corriendo y tropieza para decir que existe, que es de verdad.

Quedan vidrios desparramados en el piso, los pisa y sigue.

La vez que la ví era una ilusión,
Y cuando salió corriendo caí en la cuenta que era de verdad,
De carne, hueso, lágrimas y pasado.

Y ahora es una escultura que cuelga en mi memoria,
Pero hay una duda que no me deja caminar liviano,
Un signo de interrogación que se cuela en mis zapatos:
¿A esas esculturas hechas de pedazos de pasado hay que
Esculpirlas o escupirlas?

Partículas transparentes se ponen nerviosas y son ignoradas.

Los pies pesan más de la cuenta, la pregunta se pone
Cómoda y ya calza 43.

Clavada en la sien, pendiendo de ese hilo zurcido a golpes,
Se siente la más desafortunada de las olvidadas a voluntad.

Ya nadie sabe qué hacer con ella. No hay artistas que quieran esculpirla,
No hay vengadores que quieran escupirla.
Ya nadie. Sólo él y su memoria.

Ni los vidrios que agonizan de celos en un rincón la miran de reojo.

sábado, 18 de abril de 2009

¿LO QUE? LO QUE HACE CUANDO NADIE LA VE

Dibuja en una servilleta garabatos que jamás le mostrará.
Canta, con cara de participante de operación triunfo, mientras se ducha.
Silba bajito en las esquinas y fuerte a mitad de cuadra.
Lleva los pantalones caídos y las manos en los bolsillos.
Putea.
Se acaricia el pelo con la misma mano que para el taxi y con la otra (para ella, la menos hábil) le hace señas al bondi. (el subte, al igual que los telos, le da claustrofobia)
Cruje los dedos, al menos, tres veces al día.
Duerme cuarenta minutos de siesta.
Espía a los vecinos.
Cuando se aburre, da vueltas a la manzana y toca timbres al azar.
No se ríe todo el tiempo... Y está bien que así sea. Hay que desconfiar de las que piensan que sacar una sonrisa es tan fácil como estacionar de culata en un descampado.
Lleva una hora menos en su reloj. No vive en San Luis. Pero de pequeñita nomás, sintió que llegaba tarde a todos lados.
Habla con el portero sobre el pronóstico del tiempo y de cuánto aumentaron las expensas. !Qué locura!,dice siempre al final.

Dicen que es una mina muy personal. Yo no la conozco, eh. Pero me han hablado tanto de ella que me dan ganas. Voy a ver si un día de estos averiguo la dirección y me paro en la puerta. Al menos voy a corroborar lo del portero y lo del ring-raje. Creo que lo demás es materia conversable. Eso de la claustrofobia me hace un poquito de ruido... ¿a vos no?

jueves, 16 de abril de 2009

MUÉRETE Y VERÁS

Sublime aporte de la revista Barcelona a la necrofilia esquizofrénica criolla. Pareciera que cuando nos empiezan a tapar el sobretodo de madera con paleadas de tierra, nos volvemos mejores personas.
Ya le pasó a Alfonso... ¿Qué haremos con el resto? ¿Quién será el próximo? Uh, sí. Yo también pienso que es él, y por las dudas toco madera.


(Agrandá la imagen haciendo click)

lunes, 13 de abril de 2009

ESCENAS DE LA VIDA POSMODERNA



Ayer le corté el teléfono a Beatriz Sarlo. Eran las 15.52 y la señora del otro lado del tubo decía en forma de cascadas ascendentes cosas como las que siguen:

“No le voy a poder aportar nada a su investigación.”

“Yo cuando me siento a conversar con alguien es porque tengo algo interesante que decir, y no creo que sea este el caso. No sé nada de televisión.”

“No podría hablarle de Tato Bores, debo haber visto 5 programas de él en toda mi vida, además casi no veo televisión y no podría compararlo con la actualidad.”

“El humor político no me interesa.”

“Lo que le puede servir está en mis libros, de videopolítica no sé más que lo que allí puede encontrar, más no le puedo agregar.”

“No es mi intención discutir con usted, no lo conozco.”

“Es estéril esta conversación. Disculpe señor.”

Me surgen varios interrogantes, como yuyos que crecen entre la baldosa de cemento: ¿Qué le pasó a Betty? ¿Por qué se calentó y me despachó con altura? ¿Honestidad brutal? ¿Falsa humildad? ¿Fiaca intelectual? ¿Le habré cagado la siesta?
Me inclino por esta última.

¿CÓMO LO VES?


Como diría Don Cara de Libro, "A mí me gusta esto".
El juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, tiró el tema sobre la mesa. Y ojalá recogan el guante quienes deban hacerlo. Básicamente habló de reformar la constitución para "pasar" de un sistema presidencialista, al que considera "agotado", a otro parlamentario.
Al primero que se lo escuché fue a Binner, hace un tiempo. Les dejo las frases textuales que espero sirvan para empezar a debatir en serio qué sistema político-institucional deberíamos tener. ¿No será una buena oportunidad inaugurarlo con el Vicente Nario?

"Latinoamérica en los últimos 25 años no tiene golpes de Estado, a Dios gracias, pero ha tenido una veintena de presidencias interrumpidas, muchas violentamente, con muertos, etcétera", por lo que ha llegado el momento de empezar a pensar en pasar a un sistema que permita cambiar un gobierno sin matar a nadie".

"Siempre opiné lo mismo, todo esto que estamos viendo de candidaturas testimoniales, de funcionarios que se presentan como candidatos, de gente que se sale de un partido y que forma otro, o que se alía con otro, creo que la política real que estamos viviendo está superando la institucionalización".

"Estas características que estamos viendo son todos manejos y hechos que serían normales en un sistema parlamentario, incluso hasta el adelantamiento de elecciones. La política está pasando por encima del sistema presidencialista".

"En Chile hay un sistema presidencialista pero han adoptado reglas del sistema parlamentario".

SE – RIO / SE – RIÓ… ¿EN SERIO?


Como si de un triste superhéroe se tratase, últimamente su único poder es el de síntesis. Y no tiene capa. Está caída hace un tiempo.
En dos líneas, pasó esto:

Ella preguntó: ¿Siempre fuiste tan serio?
Él se quedó callado y fue mostrando los dientes de a poco. Se rió.

Y pensar que siempre me pareció una estupidez separar las palabras en sílabas. Cuánta razón tenía la señorita Alicia cuando nos hacía palmas por cada palabra separada.

domingo, 12 de abril de 2009

GOLPE EN SECO


¿Te pueden pegar tan bajo? ¿Siempre duele así cuando el gancho es en la mandíbula y llega de repente?
No había ring, ni campana, ni cuerdas, ni guantes. No fue por puntos ni por KO. Así pasa cuando las palabras no alcanzan.
Fue un sacudón diestro fuera de reglamento. El primer golpe, sí el primero, fue tan veloz que no alcanzó ni a pisar firme. El protector bucal voló hasta el suelo y un hilo de saliva se inmoló junto a él. La gente se agolpó en las boleterías pidiendo que le devuelvan la plata. “Es una estafa” gritaban.
No hubo necesidad que le cuenten hasta diez. Se levantó solo, con la mano derecha sosteniendo la cara por miedo a que se venga a pique.
Se fue cabizbajo, con la toalla sobre el hombro y la dignidad entre las pantorrillas. La autoestima la dejó en el cuadrilátero junto con el protector bucal, el hilo de baba y las gotas de sangre.
Caminó en línea recta muchas cuadras y dobló en la primera esquina iluminada, se acomodó en cuclillas y alcanzó a persignarse. No recordaba cómo rezar. Juró venganza, pero de la silenciosa, esa que duele más. Mucho más que el fustazo efectista recibido de un desconocido.
Como Tony Rocha, el boxeador derrotado de Cuarteles de invierno, se fue agonizando sin rumbo fijo. Pero este cuerpo vapuleado por esa mano invisible e inesperada no viaja de regreso en tren ni tiene un amigo cantante de tangos. Ni ese consuelo le queda. Hubiera preferido que mientras vomitaba su sangre arrodillado bajo ese farol de luz cegadora, una voz le llore un tango al oído. Pero no. Ni eso.

martes, 7 de abril de 2009

ASÍ ESCRIBÍA CAICEDO II

Mamacita: Cali, 1975

"Un día tú me prometiste que cualquier cosa que yo hiciera, tú la comprenderías y me darías la razón. Por favor, trata de entender mi muerte. Yo no estaba hecho para vivir más tiempo. Estoy enormemente cansado, decepcionado y triste, y estoy seguro de que cada día que pase, cada una de estas sensaciones o sentimientos me irán matando lentamente. Entonces prefiero acabar de una vez. (...) Nací con la muerte adentro y lo único que hago es sacármela para dejar de pensar y quedar tranquilo. (...) Yo muero porque ya para cumplir 24 años soy un anacronismoy un sinsentido, y porque desde que cumplí 21 vengo sin entender el mundo. Soy incapaz ante las relaciones de dinero y las relaciones de influencias, y no puedo resistir el amor: es algo mucho más fuerte que todas mis fuerzas, y me las ha desbaratado. (..)Ojalá que algún día puedan publicarse los libros sobre mi adolescencia que escribí con tanto esmero: El atravesado y ¡Qué viva la música!. Eso y que por favor incineren mi cuerpo: ser devorado por los gusanos sería peor que seguir viviendo."

"(...)Nellicita querida, de no haber sido por ti, yo habría muerto hace ya muchos años. Esta idea la tengo desde mi uso de razón. Ahora mi razón está extraviada, y lo que hago es solamente para parar el sufrimiento."

Andresito

*Fragmento de Mi cuerpo es una celda, Alberto Fuguet.

ASÍ ESCRIBÍA CAICEDO I

"(...) Música que me conoces, música que me alientas, que me abanicas o me cobijas, el pacto está sellado, Yo soy tu difusión, la que abre las puertas e instala el paso, la que transmite por los valles la noticia de tu unión y tu anormal alegría, la mensajera de los pies ligeros, la que no descansa, la de la misión terrible, recógeme en tus brazos cuando me llegue la hora de las debilidades, escóndeme, encuéntrame refugio hasta que yo me recupere, tráeme ritmos nuevos para mi convalecencia, preséntame a la calle (...)"

"Haciendo bizco pudo concentrarse en la naturaleza y el color de su vómito: amarillo como los frutos y las riquezas de nuestra patria, azul como el color de las montañas lejanas y rojo como los héroes por la sangre derramada".

"No accedas al arrepentimiento ni a la envidia ni al arribismo social. Es preferible bajar, desclasarse; alcanzar, al término de una carrera que no conoció el esplendor, la anónima decadencia (...)"

Fragmentos de su única novela concluida,¡Que viva la música!, 1977.

HAY QUE LEER A CAICEDO


Andrés Caicedo nació en 1951 en la ciudad colombiana de Cali.
Es un escritor desconocido para muchos, pero admirado hasta el paroxismo por aquellos que conocen su vida y obra.
Fue un amante crónico del cine, llegó a autodenominarse portador del virus de cinesífilis. Fundó el Cineclub de Cali y creó la revista Ojo al cine, convertida en poco tiempo en una de las más importantes de crítica cinematográfica del país.
A los 20 años ya se había retirado del teatro, donde había dirigido y escrito más de seis obras.
La mayoría de sus textos han sido publicados póstumamente. Se destacan:
El libro negro de Andrés Caicedo (2008)
El cuento de mi vida (2007)
Noche sin fortuna / Antígona (2002)
¡Que viva la música! (1977)

QUÉ HAY DE ÉL
En Argentina se editaron ¡Que viva la música!, Calicalabozo, Angelitos empantanados (o historias para jovencitos) y El cuento de mi vida.
Alberto Fuguet, autor del libro Mi cuerpo es una celda (tengo entendido que ya se consigue en las librerías), donde recoge cartas,anotaciones y comentarios de películas hechas por Caicedo, dice:
"El tipo no era realmente un rockstar, era un tartamudo, que se drogaba -no para bailar- sino para poder hablar con alguien. Era un nerd, un tímido que estaba metido en una celda, todo el día mirando películas, leyendo y escribiendo, casi como un enfermo".


TRISTE, SOLITARIO Y FINAL
Se suicidó a los 26 años,el 4 de marzo de 1977, el mismo día que recibió una copia de su primera obra terminada:¡Que viva la música! Allí aseguraba que vivir más de 25 años era una insensatez. Fiel a su filosofía de vida, esa noche ingirió intencionalmente 60 pastillas de secobarbital. Eligió morir del mismo modo que Charles Boyer, Marilyn Monroe, Judy Garland y Alejandra Pizarnik.
Al menos, no fue insensato.

lunes, 6 de abril de 2009

VERLA VOLAR



Alas cortas, dedos largos. Mansa.
Brazos en cruz, espera. Lista.
Crujen los huesos, se relaja. Preparada.
Otra vez en cruz, ahora paralelos. Ya.

Toma aire y se larga.
Ella es como una marioneta,
Presa de sus risas y sus sueños.

Si hay viento, vuela,
Si hay brisa, reposa.

Hace la planchita en el aire, sin patalear ni mover las manos.
Es un don.
No sabe a dónde ni por qué, pero va.
Eso no sé si es un don.

Infla su pecho de aire y toma envión,
Los pies hacen de resorte, el alma la eleva hasta el cielo.

Cabalga por la vida sin saber que las esquinas
No son camas elásticas ni los árboles jirafas hechas de raíces.

Tiene la boca llena, siempre. De aire.
Pisa firme, y se vuelve a lanzar.

Ya no hay quien la detenga,
Es el exceso del mundo el que quiere atrapar con sus manos.

Se entretiene aburriéndose,
Y rara vez se aburre entreteniéndose.

Es demasiado grande – y pequeña a la vez- para seguirle el paso,
Estamos rodeados por ella,
Y cuando se pierde en la altura,
El viento la maltrata pero le gusta,
Dobla, planea y descansa,
Cabecea entre algodones suaves y nos hace burla,
A lo mejor es una seña, que nunca llegaremos a comprender.

No te confundas pensando que por volar alto, te irás lejos.
Te irás, sí. Pero cuán lejos. Si para volver a subir primero tenés que bajar.
Salvo que tengas el don de las gaviotas, y vueles para siempre, siendo parte del aire.

viernes, 3 de abril de 2009

VERLA FUMAR


Era un buen ejercicio verla fumar. Prendía el cigarrillo hundiendo los pómulos y los ojos entrecerrados, como asaltados por granitos de arena, jugaban a la intermitencia ocular. Una mano hacía de pared para frenar el viento; la otra sostenía el encendedor que disparaba una llama potente e iluminaba la cara como una vela en la medianoche. Aspiraba el humo, lo contenía entre las encías unos segundos, y lo largaba en cuotas de a dos o tres soplidos simétricos.
Después miraba el cigarrillo. Controlaba si estaba bien encendido. Si la punta despedía destellos naranjas a la vez que consumía el tabaco de manera parsimoniosa, se había hecho un buen trabajo.
Sonriente por la tarea cumplida, te miraba a la cara, echaba humo con comba hacia el costado y te clavaba la mirada de su nariz en la sien. Nunca te inundaba la cara de humo. Era una fumadora respetuosa.
Nunca fumaba menos de 4 cigarrillos en una salida. Nunca más de diez. En ese promedio adictivo se movía la flaca que vestía vestidos sueltos y tenía el pelo largo como una autopista alemana.
Se reía con humo en la boca, lo despedía rápido, una o dos carcajadas espontáneas, de nuevo el bastón blanco a la boca, vuelta a aspirar, vuelta a despedir, vuelta a reír. Así podía estar un buen rato.
El problema fue aquella noche donde el viento se coló entre los árboles como una rama curiosa llena de oxígeno en sus pulmones.
Se enojó tanto que terminó estampando el encendedor contra una pared tatuada de grafitis.
Se quedó mirando el pucho que eyaculaba cenizas quemadas. Como un amante resignado después de una noche de tiros, balaceras y corridas zigzagueantes en una cama de plaza y media. Decidió no fumar por quince minutos. Ahí se acercó hasta la cerradura de mi boca y largó unas palabras con sabor a nicotina.
Siempre que fumaba, dibujaba siluetas en el aire.
Cuando fumaba en las escaleras, aparecían montañas.
Cuando fumaba sentada en un banco de plaza, largaba nubes en forma de espiral.
Cuando fumaba mientras caminaba, eran ráfagas rectas, como alfileres grises sin destino conocido.
Cuando fumaba en la cama, un pentagrama multicolor surcaba el aire.
Cuando fumaba en la bañera, su voz se confundía con la de la ducha.

De día era una más. De noche, una menos. Una menos que no fumaba. Salvo que hiciera mucho viento y optara por revolear el fuego contra el piso o la pared de los grafitis. Siempre encontraba alguna. Sino, le rompía la cara a alguna baldosa inocente.
Y es que últimamente, las noches son cada vez más ventosas. Y ella cada vez se parece menos a ella.
Cuando no fuma, su cara es como ese cigarrillo que no tiene en la boca. Como si el viento fuera su rostro. Como si la pared pintada de grafitis le pidiera de rodillas que la deje en paz.