“Hay algo peor que la angustia de la página en blanco. Algo peor que no tener ninguna historia que contar: es haber oído demasiadas, y no poder olvidarlas.”
FABIAN POLOSECKI (1964-1996)

domingo, 10 de mayo de 2009

NADIE,NADA,NUNCA

Y la sorpresa fue grande cuando creía que se iba a devorar el mundo, y fue éste quien le dio un tarascón.
Mayor fue la sorpresa cuando subió al cuarto piso y había alfombra en lugar de parquet y la decoración de las paredes era de color pastel como la de su tía, la solterona eterna.
El ascensor iba lento como el de la película Brazil.
¿Qué hacías ahí pedazo de inconsiente?
Ni que hablar cuando empezó a callarse, y de repente se vio obligado a llenar los pedazos de silencio que rompían el ambiente.
¿En qué idioma hablaba? A veces los paracaidistas húngaros ingresan en un monoambiente sin necesidad de tocar la puerta.Y nosé como hacen, pero salen caminando, de lo más bien, con las manos en los bolsillos y silbando bajito. Hay veces que huir decentemente, es la mejor forma de escapar. Y nadie te cree si decís que te esperan a comer. Por eso esas mentiras de patas cortas a veces caminan más rápido que la propia sombra.
Rantés, el tipo que miraba siempre al sudeste, quizá tenía razón. Aunque nunca supo hacia qué punto cardinal se dirigía, esta tarde se acordó mucho del personaje creado por Eliseo Subiela. Y nadie tocaba el saxo. Casi que no había música.
Sólo los autos de fondo, y alguna bocina histérica.

No eras vos. Pero a veces te divierte jugar a ser otro.

Nada; nunca, es como te lo imaginabas.

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