“Hay algo peor que la angustia de la página en blanco. Algo peor que no tener ninguna historia que contar: es haber oído demasiadas, y no poder olvidarlas.”
FABIAN POLOSECKI (1964-1996)

sábado, 25 de septiembre de 2010

LOCO DE ATAR

A eso de las cuatro de la mañana un puñado de certezas le cae sobre sobre sus hombros. Y no puede guardárselas para sí, sería demasiado peso. Muchos kilos, pocos huesos. Lo dijo todo junto, de corrido, como un boletín informativo de una radio am. Creo que ni tomó aire. Infló los pulmones y soltó su verdad.

-Tenés cara de loco. De un tipo sabio y loco. Solitario y erudito. Que se escapó y se atrapó a sí mismo, la misma noche, en el mismo laberinto. De un actor recién salido de un casting de gángsters. Ese cuello de pistolero, con las venas hinchadas de tanto levantar el puño para disparar. Tu cara es una maqueta hecha en un manicomio.
Qué loco es saber que duermo con un loco. El problema de nuestro rostros es que no sabemos qué cara tienen. La única forma de saberlo es a través de los espejos. Esos viejos mentirosos que tienen el cuerpo transparente pero el alma más sucia del mundo.

-Besame como si no tuviera cara de loco. Como si fuera un espejo de un hotel alojamiento.

- Seré puta, pero no maga. Besame vos.

viernes, 17 de septiembre de 2010

SIN PALABRAS

Levanta la mano y acaricia el aire. La felicidad es una copa de vino tinto mirando al cielo. Esas bocas que se juntan son lo más parecido a un monólogo mudo.
Sos más linda que un sábado a la tarde.
Pero sos más triste que un bondi vacío.
Sos las dos cosas al mismo tiempo. Sos como esa copa de vino mirando al cielo que nadie mira. Acariciando el aire que nadie respira.
Sos más puta que un conejo. Y más fácil que leer la guía con lupa.
Sos un alambrado caído que ya nadie quiere saltar.
Yo te miro de lejos, te veo caer. No te levanto por miedo a que me atrapes para siempre.
Me quedo con ese vino y aquellas palabras.
- Que los cumplas feliz.
- Yo no cumplo años. Cumplo órdenes.

sábado, 21 de agosto de 2010

PUTA BARATA


No sirvo para dar consejos, menos desde el suelo. Abatido. Mirando el techo.
¿Qué le queda a un tipo que mira las nubes pasar y cree que son bondis sin freno?
Al menos le queda la dignidad. Nunca la pierdas, me dijo un amigo.
Y le queda la nostalgia. Esa mina fiel, aunque sea mitad prostituta, mitad amante.
Hoy le doy toda la razón al viento. Él lleva y trae los recuerdos en una moto vieja, con más espejos retrovisores que cilindradas.
Lleva y trae, pone y saca, escribe y tacha. Todo en la misma hoja, nunca se le acaba el papel.
Carga al tiempo en la moto y pasean los dos hasta que se cansan y paran a fumarse uno.
Nadie tiene más derechos que el viento. Él está desde siempre, hace una vida entera que sopla y jamás le duele la garganta.
Creo que voy a vomitar de alegría o a reír de tristeza. Cuando estás así, tirado, hecho un ovillo como la mugre que se apila en los rincones, da todo lo mismo. Y pensás, pensás mucho. Para eso sirve estar acurrucado ahí abajo.
¿Te acordás cuando gritábamos y no había dolor?
¿Te acordás de esos cuentos de los años felices?
Suerte que estás lejos. Sino, te iría a buscar y te daría un abrazo, de esos que dejan el cuello colorado y las manos ajadas.
La nostalgia es la única puta que no te cobra por acostarte a su lado.
Es suave y hace todo bien, hasta el amor en blanco y negro.
Esos trapos viejos que guardamos en el cajón de la memoria.
Esos cables pelados que llamamos recuerdos.
Esos fotogramas desordenados con gusto a pan de ayer.
¿Qué sería de los utópicos si no hubiese futuro, qué sería de los nostálgicos si no hubiese pasado?
Si lo ves, decile que no venga. A ese hijo de puta que nunca da la cara y siempre está por llegar. El más cagón de los tiempos verbales, el más longevo de los mortales.
Pero si la ves a ella, decile que la espero. Fumando y mirando el techo.
No sirvo para dar consejos, sólo sirvo para mirarla desde lejos.
Qué puta más linda. No te vayas nunca. Esta noche te vuelvo a ver.

SILBIDOS

La tinta es débil y corre.
No tiene apuro. Nadie sabe de ella.
Tus manos vuelan, tienen alas de papel.

Tu soledad grita.
Nadie escucha a nadie.

Tus alas corren. Olor a nube quieta.
Ese rostro helado tiene más años que el cuento de la buena pipa.

Hay manos de tinta y amores de papel glasé.

En voz baja, letras diminutas, voces camufladas, sonido anónimo.
Se agacha para sentir el frío del silencio.

Sos casi un silbido. en el medio de la oscuridad. apoyada sobre esa nube quieta.


Besos vacíos, vicios bandidos.

Silbar, esa manera sutil de amar en voz baja.

Amar, esa manera sutil de silbar bajito.

domingo, 18 de julio de 2010

EL MAPA DE LAS TIERRAS

La mano artística del infógrafo Norberto Baruch le puso impacto visual a este drama nacional. El 20% de las tierras argentinas ya están en manos extranjeras. Son 34 millones de hctáreas. Es el equivalente a toda la superficie de Italia.

Las tierras en manos extranjeras equivalen a la superficie de Italia


Es casi el 20% del área productiva del país. Los principales inversores son de los EE UU, Italia, Malasia y Chile. En algunos casos, llegaron a pagar la hectárea al precio de un chocolate, con ríos, rutas y hasta pueblos incluidos.

Fernando Pittaro
fpittaro@tiempoargentino.net

Todo extranjero que quiera invertir en la Argentina sólo tiene que buscar un asesor inmobiliario y elegir qué punto del mapa le conviene más. Apenas es cuestión de contar con el dinero y hacer la operación, ya que no existe en el país una ley federal que regule la venta de tierras a capitales foráneos. Y si de incluso adquirir recursos naturales estratégicos se trata, también están a la venta selvas, bosques nativos y reservas de agua de todo tipo. De las 170 millones de hectáreas productivas que existen en el país, el 20% ya están en manos de capitales extranjeros, entre las tierras vendidas y las ofrecidas.
Según la Federación Agraria, son 34 millones de hectáreas, la misma superficie que ocupa Italia entera, o las provincias de Tucumán, Córdoba, Catamarca y Jujuy sumadas (ver infografía “Los dueños extranjeros de la Argentina”).
“Hoy las guerras a nivel mundial son por el petróleo, pero dentro de 30 o 40 años los conflictos geopolíticos serán por el agua”, asegura el diputado chaqueño por la UCR, Pablo Orsolini. “Desde la mitad de la provincia de Santa Fe hacia el Norte –continúa, en diálogo con Tiempo Argentino–, que abarca la región mesopotámica, se encuentra el Acuífero Guaraní que es el reservorio de agua dulce más importante del planeta. Entonces no es casual que grandes potencias mundiales busquen asentarse en nuestro país donde pueden acceder libremente a zonas estratégicas para el manejo de los recursos naturales. Además, te encontrás que en los suplementos destinados a la comercialización de propiedades de grandes diarios extranjeros se ofrecen tierras en la Argentina, de diferentes estancias en la Patagonia”.
Hay algunos casos emblemáticos que configuran el actual mapa de empresarios millonarios de diferentes partes del mundo que se adueñaron de miles de hectáreas argentinas. El heredero del emporio de los snacks Lays y de la gaseosa Pepsi, Ward Lay, les compró por 4,5 millones de dólares, unas 80 mil hectáreas a los hermanos Benetton en Neuquén. Allí funciona la Estancia Alicurá, donde el magnate oriundo de Texas lleva adelante un proyecto turístico con alojamiento cinco estrellas, coto de caza y lodges de pesca. Para quien quiera ir allí, la habitación ronda los 1200 dólares la noche e incluye un guía especializado por cada cazador.
Por otra parte, el grupo de seguros estadounidense AIG posee junto a la finca Jasimaná en Salta, 1,5 millón de hectáreas: esto es, casi el 7% del territorio provincial.
Mientras tanto, en el sur de la Argentina, los cuatro hermanos Benetton son los reyes de la Patagonia: concentran 970 mil hectáreas en las provincias de Santa Cruz, Neuquén y Río Negro.
El grupo tiene, además, 8000 hectáreas en la localidad bonaerense de Balcarce, donde produce 35 mil toneladas anuales de trigo, maíz y soja.
El inglés Joseph Lewis (propietario de la marca de calzados Puma y Vans, o la cadena de heladerías Freddo y Aroma, entre muchos otros negocios) adquirió 18 mil hectáreas en la provincia de Río Negro; se adueñó incluso del Lago Escondido y hasta instaló una pista de aterrizaje. La justicia rionegrina obligó al polémico empresario a abrir una calle para permitir el libre acceso al lago, ante los insistentes pedidos de los pobladores.
La firma italiana Nettis Impianti, dueña de empresas mineras, petrolíferas y gasíferas compró en La Rioja 418 mil hectáreas en la localidad de Jagué. La intención es utilizar estas tierras como atracción turística para hacer safaris exóticos en la Laguna Brava, un verdadero paraíso ecológico donde pueden apreciarse la belleza de los flamencos rosados.
En Catamarca, un empresario estadounidense dedicado a la fabricación de helicópteros, Peter Lee MacBride, adquirió la hectárea al precio de un chocolate: U$S 3,50. Se trata de una superficie de 117 mil hectáreas, con un pequeño detalle: en esa extensión vivían unos 800 pequeños productores agropecuarios, los cuales permanecen en una disputa judicial por la tenencia de la tierra.
La lista es mucho más extensa, pero la falta de datos oficiales impide tener un registro completo y agiganta las especulaciones. Sólo por citar un caso, este diario solicitó información a la Dirección de Asuntos Técnicos de Fronteras, del Ministerio del Interior, encargada de autorizar la venta en las llamadas zonas de seguridad, y la respuesta fue lacónica: “Esa información es confidencial. No la podemos dar.” Lo cierto es que la zona de costas y fronteras es uno de los puntos más críticos. Estas áreas cubren 150 kilómetros desde la Cordillera hacia el centro del país y 50 kilómetros desde las costas en esa misma dirección.
Entre el 2002 y el 2006, en la Secretaría de Seguridad Interior ingresaron 2400 pedidos de inversión, lo que demuestra el alto nivel de interés por estas tierras.
Pero hay un dato aun más grave. En marzo del año pasado, a través de la resolución 166, el Ministerio del Interior liberó a 89 localidades (de 14 provincias) del régimen de previa conformidad que se exige a los extranjeros que desean comprar en el área adyacente a las fronteras argentinas. De este modo, La Quebrada de Humahuaca, las islas del Ibicuy, las zonas vitivinícolas de Tupungato y Tunuyán, Calingasta al norte y Gaiman al sur son algunos de los lugares en los que los extranjeros ahora cuentan con más facilidades para extender sus intereses comerciales. Así lo asegura el ingeniero agrónomo, Walter Pengue, miembro del Grupo de Ecología del Paisaje y Medio Ambiente de la Universidad de Buenos Aires: “La zona más crítica está en la región andina, allí existen áreas ricas en lagos y fuentes de agua que están siendo apropiadas, con restricciones severas a la propia comunidad local. Además, están planificando cómo comercializar esos recursos (agua de vertiente o de glaciar) en el mediano plazo. Esto se debe a la clara falta de una política pública que ordene el territorio en beneficio de los ciudadanos actuales y futuros. No debería haber conflictos, si se manejase el tema con ordenamiento ambiental y territorial participativo. Esto es lo que hay que hacer, y no dejar que cuatro vivos planteen un ordenamiento del territorio en beneficio de unos pocos, escuchando solo a algunos pseudo científicos”, sostiene Pengue.
Mientras tanto, hay más de 30 proyectos legislativos que esperan ser tratados en el Congreso de la Nación. El espíritu de las propuestas más consensuadas por diferentes legisladores de todos los partidos, no es prohibir la venta de tierras, sino que contempla restricciones y límites, sobre todo, a la adquisición de inmuebles rurales por parte de extranjeros. Además prevé la creación de un registro obligatorio para las propiedades.
“En 2002 había 7 millones de hectáreas en manos de extranjeros. Hoy, esa cifra ascendió de manera alarmante –insiste Orsolini–. Entre las tierras vendidas y la que se ofrecen, ya supera las 30 millones de hectáreas”.
Elsa Bruzzone, especialista en geopolítica y autora del libro Las guerras del agua, advierte del peligro que implica para la soberanía de un país que no se regule la tenencia de la tierra. “No hay país en el mundo con una legislación tan flexible como la nuestra. En Japón, algunos estados de los Estados Unidos o Canadá, los extranjeros no pueden comprar tierras y menos si cuentan con recursos naturales. El 20% de la Argentina tiene dueños extranjeros, especialmente en la Patagonia y la Cordillera”. Sólo en la Patagonia, ya hay en manos extranjeras 1.276.316 hectáreas, equivale a 64 veces la Ciudad de Buenos Aires.

lunes, 21 de junio de 2010

EL VIAJE INFINITO


¿Qué habrá allá arriba que todos suben y nunca más bajan?
¿A dónde los lleva esa escalera tramposa con barandas de nubes analfabetas?
¿Por qué no se toman de la mano? ¿No tienen miedo al vacío? ¿Tan seguros están de que no van a caer?
¿Qué habrá arriba? ¿Qué habrá detrás de la ventana?
¿Qué les ofrecerán en el bar del cielo que acá no les podamos hacer marchar?
Habrá café, whisky, papel, lápiz, alfombras de libros, paredes de tapas duras y soplará un viento suave con perfume a biblioteca. Habrá arcos sin redes para patear desde lo alto de la inmortalidad.
No sé por qué, pero nos van dejando cada vez más solos.
Benedetti,Martínez,Delibes, Franqui, Saramago, Monsiváis. Parece la delantera infalible de un equipo de los 50´. Pero no. Son apenas seis de esos cueros imprescindibles que nos abandonaron en menos de un año. En poco tiempo se fueron muchos, resulta escaso el calendario para sostener tanta grandeza. Parece no resistir el peso de los que se fueron. Las hojas de los días se hunden, fingen una sonrisa cronológica que nadie les cree.
Por cada ausencia necesitaríamos, al menos, diez calendarios de gomeria para asimilar el duelo.
Tengo un raspón en el pecho, un puntazo en la conciencia. Me sigo preguntando qué les habrán ofrecido para aceptar semejante viaje. Porque me cuesta creer que esa delantera de pies de pluma y empeines de tinta se resigne a abandonar el partido así, de la nada, de la noche a la mañana, de un párrafo a otro, de un punto a una coma.
Se están yendo muchos. Están quedando pocos. La selección de los que mejor juegan con las manos y la cabeza se está quedando huérfana. Y lo que es peor. Ya casi no hay nadie para contarlo.
¿A dónde irán? ¿Qué habrá allá arriba?

sábado, 19 de junio de 2010

El viejo con alma de niño



"¿Y si las historias de niños fueran de lectura obligatoria para los adultos?
¿Seríamos realmente capaces de aprender lo que, desde hace tanto tiempo venimos enseñando?".

José Saramago

domingo, 13 de junio de 2010

Julio Cortázar, de la fantasía literaria al compromiso político


“¿No te parece en verdad paradójico que un argentino casi enteramente volcado hacia Europa en su juventud, al punto de quemar las naves y venirse a Francia sin una idea precisa de su destino, haya descubierto aquí, después de una década, su verdadera condición de latinoamericano?” (Cortázar, 1987: 269).

El argentino flaco y desgarbado que partió de Buenos Aires en 1951 poco tuvo que ver con el que murió en París en 1984. El que se fue de su país, disconforme con el peronismo naciente, veía al poder como una imagen difusa que se debía esquivar para no tener problemas. El escritor maduro que fue enterrado en el cementerio de Montparnasse era alguien que miraba al poder de frente, lo criticaba, lo analizaba, lo tenía entre manos. Hacía con él lo que mejor sabía hacer: cuestionarlo.
Leé la nota completa en Revista Periplo

PAUL SIMON X 2 (The African concert, Zimbawe, 1987)



domingo, 6 de junio de 2010

FELIZ DÍA

PERIODISTAS

Ojalá que los futuros periodistas se rebelen. Ojalá que a pesar de enfrentarse a un escenario complicado intuyan que hoy el periodismo es más necesario que nunca y sean conscientes de que los medios, engolfados con el politiqueo, están ignorando esas historias anónimas que definirían el extraño momento que estamos atravesando. Ojalá que no sean cínicos, que ejerzan una crítica implacable contra esos personajillos que desde hace tiempo inundaron las pantallas y no han servido más que para sembrar la creencia de que es legítimo ganar dinero sin hacer el mínimo esfuerzo. Ojalá que no sean mansos y no se dejen arrastrar por esa corriente venenosa que consiste en acudir a las ruedas de prensa para tomar nota sin rechistar. Ojalá que sean tan honrados como para desconfiar del político que les paga un viaje convirtiéndoles en parte de su corte. Ojalá que entiendan que el mejor periodista, en contra de la práctica tan habitual en España, es el que se mantiene lejos del poder, no el que alardea de estar en la pomada. Ojalá que defiendan la dignidad de su oficio y que aspiren a ser profesionales y no eternos amateurs. Ojalá que tengan el amor propio necesario como para dar más de lo que se les pide, y que no lo hagan por el medio sino por ellos mismos. Ojalá que entiendan que en esta situación económica que va a cambiar la vida de varias generaciones es necesario darle voz a los olvidados y sólo un buen periodista puede hacerlo. Dada la precariedad del empleo, la docilidad es tentadora, pero ojalá que no sean dóciles, porque al margen de la invasión de los opinadores, que de manera gratuita exaltan (exaltamos) los ánimos de los ciudadanos, nos hace falta información. Ojalá que haya una nueva generación batalladora que demuestre que el periodismo sigue vivo, que a lo mejor los que estamos un poco muertos somos nosotros.

ELVIRA LINDO 19/05/2010 (Diario El País)

HONESTIDAD BRUTAL

Hay una mano llena de humo que porta una verdad. Hay una cara con voz de trueno que quiere oírla. Pero el miedo es la más puta de nuestras limitaciones. Es el vago más cagón del barrio, el que se encoje de hombros y cruza de vereda cuando lo ilumina lo desconocido.

Y hay tantas frases sueltas para tantas minas sueltas. Sólo es cuestión de unir con flechas, como en las viejas fotocopias que nos daban en la escuela primaria.

Es, en definitiva, la constatación empírica de cuando el lenguaje en todo su esplendor se pone al servicio de una necesidad del alma. De un grito al cielo. De un alarido en un pasillo infinito.


"No es que ahora te quiera menos, es que antes te quise demasiado."

Qué buena frase para pintarle debajo de la ventana a esa mina que se lo merece. Y hay tantas... frases y minas.
Esas delicadezas semánticas que ablandan el corazón. Y que son oportunas como el pianito del final en esa película triste.
Pero se lo dije rápido y en voz baja, porque el vago más cagón del barrio es un moscardón que no me abandona nunca. Ni cuando me muero de noche.

miércoles, 12 de mayo de 2010

DARSE CUENTA

Dame algunas certezas y un par de ideas sensatas. Y te seguiré.
Voy a correr hasta que el camino que tus piernas dibujen se pierdan en la boca del horizonte.
Tienes la impronta de los vientos del sur. Tu pelo se parece cada vez más a un arcoiris pintado por prostitutas sonrientes.
Puede que hayas nacido arriba de una montaña y mirando el mar de frente. Tienes cara de eso.
Pero lloras demasiado seguido. Me pregunto si serás de verdad.
Cortar cebolla es la excusa perfecta para soltar lágrimas como un marrano.
Y pensar que amortizas las alegrías como si fueran cuentas bancarias. Las tristezas, piensa,ya se cuidan solas.
Y ese universo que no para de expandirse, te absorve y no te lleva de viaje con él.
Y nosotros, acá abajo, esperamos los designios de tu genio.
Es una lástima que te olvides tan rápido de las promesas que hiciste la última vez. En aquella habitación que olía a todos los tiempos verbales del mundo y, sin embargo, nadie pronunció una palabra.
No te acordaste de las certezas, de la sensatez y del mar que alguna vez te miró de frente.
Sólo dejaste un puñado de lágrimas cansadas. Me di cuenta tarde. Te gustaba más llorar que vivir. Me di cuenta tarde. Nunca supe si eras de verdad.

martes, 11 de mayo de 2010

IRSE


No es que se haya muerto.
Esquivó el balazo y se escondió.
Para siempre.
Esos disparos monosilábicos bañados en tinta.
Siempre duelen, aunque los veas venir a dos cuadras de distancia.
Huyó detrás de su propia sombra.
No hubo entierro, sólo violines transparentes que acompañaron la melodía hueca del silencio.
Creo que nunca estuviste viva, del todo viva.
Eras demasiado irreal para morir.
Te fuiste más que por cobarde, por mera costumbre.
Esa puta costumbre que siempre tuviste tatuada en la piel.
Escapar, esa fue tu marca. Tu particular forma de comprometerte.
No te juzgo, te admiro. No te veo, te siento. Lejos.

domingo, 9 de mayo de 2010

PONÉ MÚSICA


(Escritos, que de haber sido traducidos al inglés en 1944, hubieran sonado en algunas radios de Londres. Noche de lluvia. Esos taxis que llevan gente oculta tras vidrios brumosos, serían los primeros en sintonizarlas.)


Londres, Febrero de 1944. PÉTALOS NEGROS

¿Dejarías que te regale una rosa?
Que tu timidez no opaque mis sanas intenciones
Sólo quiero regalarte una rosa.
¿Cuánto tardarás en responderme?

Quizá no te gustan las flores...
¿Y si intento con un jardín de invierno?

Y me pregunto cómo irás vestida a los velorios, si llevarás anteojos oscuros, vestimenta de luto.

Si algún día, aunque sea por equivocación, aceptas mi rosa... prométeme que no la pondrás en un jarrón con agua.
Eso es más triste que ver a gente bailar mientras tú no puedes moverte.
Prefiero que la lleves a un cementerio y se la dejes de recuerdo a ese muerto que te mirará con los ojos cerrados.

Oh, deja que te regale una rosa...
Que tu timidez no opaque mis sanas intenciones.

Pero no demores tanto, pequeña.
A veces, el tiempo, como las flores que nunca llegan a ninguna parte, se marchita.

¿Y si es a mí a quien tienes que ir a visitar al cementerio?
Con esos anteojos oscuros y esa vestimenta de luto, no llores mi pqueña...
Sólo es una rosa, una rosa que duerme callada.

No llores mi pequeña si no te miro con los ojos cerrados...
Será que aún, no aceptaste mi humilde rosa.
Y ahora, seré yo el que tardará en responder.

Ya creo entenderlo todo.
No quedan sanas intenciones ni tímidas expresiones.
Sólo pétalos negros que no saben dónde morir.

sábado, 8 de mayo de 2010

5x5: VEINTICINCO



Sólo pudimos pintar la cancha con cal el día que le rompimos una pared a los albañiles de la esquina. Nos salieron a correr dos. El petiso llevaba una pala y el flaco que tenía las manos anchas como un frontón, nos apuntaba con la carretilla en los tobillos. Tuvimos que retroceder y entregarnos. Entre los tres no sumábamos la edad del más joven de los fornidos obreros. Eramos muy pendejos para hacernos los guapos o muy lentos para no ganarle una picada a los muchachos de la construcción.
Además de pedirles perdón tuvimos que volver a colocar los ladrillos en su lugar. Les habíamos volteado unos cuatro metros de pared. Ellos nos prepararon la mezcla y nosotros con la espátula pusimos todo en su lugar. La verdad que nos gustó más hacer de albañiles que de vándalos. En un par de horas nos hicimos amigos y nos regalaron un poco de cal en un balde de aceite negro que decía:Texaco.
Con un escobillón viejo, de esos que barren varias hojas de otoño al mismo tiempo con precisión de orfebre sin olvidarse ni una en el camino, pintamos la cancha. Como hicimos el trabajo lento se nos fue secando el líquido blanco, y sólo nos alcanzó para pintar las áreas y los corners. Pero con eso bastaba. Total, eramos tres y necesitábamos un solo arco. En realidad lo único que queríamos era que parezca más real jugar al veinticinco. Esa maravillosa secuencia lúdica que consistía en un par de pases entre compañeros, un solo arco, un cuidapalos agazapado por los yuyos altos, dos pulgas con camisetas que le llegaban a las rodillas y un desafío: Sólo había que tocarla una vez, salvo que hagas dominaditas y tengas la pelota atada.
Había reglas, esas no escritas que valían más que la constitución nacional. No vale fundir, no vale puntín ni gol olímpico. El que la toca con la mano va al arco. Y si te hacen tres veces "veinticinco", una prenda. Las prendas variaban según el dictador de turno, ese líder natural que tenía más voz que el resto. Podían ser varias patadas en el culo,algunas vueltas a la manzana, o simplemente que ponga la casa y nos invitara a todos a tomar la leche. Generalmente, esa moción era la que más adeptos tenía. No era violenta y encima tenía un fin solidario.
El gol de media vuelta valía tres, la palomita quince y la chilenita veinticinco. Cada jugada o movimiento corporal, de terminar en la red, tenía su puntuación. Cuando se llegaba a 25. Chau. Cagaste fuego.
Era difícil que alguien la clavara en el ángulo. Pero qué linda sensación cuando la pelota volaba hacia lo más alto del vértice. Rara vez había red. Pero nos la imaginábamos. Hubiera sido tan lindo ver cómo los piolines se inflaban. Pero no. Los postes eran dos Paraísos firmes y el travesaño una línea imaginaria que se elevaba unos 40 centímetros por encima del arquero.
Y el palo habilitaba. Qué carajo significaba "palovilita". Aún me lo pregunto. Cómo nos gustaba repetir esa frase cada vez que alguien entraba al arco.
Esa tarde pasó de todo. Rompimos la pirca de ladrillos, nos persiguieron, nos amigamos, pintamos la cancha de cal, jugamos al veinticinco, el gordo perdió, no le pegamos patadas en el culo, nos invitó a tomar la leche. Pero nunca tenía leche en la casa. Fuimos a comprar. Con $3 nos traíamos un saché de leche y una bolsa de bizcochos que cargábamos entre dos. Después se hacía de noche. Nos iban llamando, a los gritos, desde adentro de casas con persianas cada vez más bajas para que hagamos la tarea. Volvíamos, a eso de las siete, con la cara sucia, las zapatillas embarradas y la boca llena de migas.
Yo siempre me guardaba unas monedas en el bolsillo para pasar por el kiosco. Como el jubilado que antes de volver a su casa, le juega unos pesos a la quiniela. Ese último intento del azar antes que el día se acueste.
El kiosco de la vieja que tenía un loro hablador sobre la heladera, era mi quiniela. Era mi apuesta diaria. Mi jugada preferida.
25 centavos era una fortuna. Con eso me podía comprar hasta cinco chicles Bubbaloo. Esos que tenían un juguito dulzón que se colaba en las encías, te daba escalofrío y te tiritaba hasta el pupo. Disfrutaba caminar despacio. Hacer eterno ese retorno aunque falten pocos metros. Masticaba mientras pateaba las piedras que iban apareciendo. Algunas eran empujadas hasta la puerta de mi casa.
Siempre iba mirando hacia abajo, con los ojos fijos clavados en la calle de tierra. Y cuando me cansaba, levantaba la vista y ya faltaba poco para llegar. No podía hacer nada ante semejante cercanía. El barrio era así, como la palma de la mano hecha por esquinas y veredas en lugar de dedos y uñas.
Menos mal que media cuadra antes de doblar para mi casa, el chicle ya no tenía gusto. Qué suerte que el sabor de los Bubbaloo duraba tan poco, no más que cinco cuadras.
Entonces me quitaba el chicle de la boca, ya sin gusto, y lo transformaba en pelota. Ahí era donde verdaderamente dejaba de mirar el piso y levantaba la cabeza, como una lechuza que vigila el andar del viento. Cuando el chicle ya era una circunsferencia perfecta, bien amasijada y librada de saliva, lo arrojaba al cielo, y una vez que el Bubbaloo con forma de pelota sin gusto, flotaba en el aire, justo antes de caer al suelo, la agarraba de bolea, a media altura y le pegaba con toda la fuerza que guardaba en el empeine derecho. Siempre pensaba lo mismo. Si hubiera un arco, sería un golazo.

domingo, 11 de abril de 2010

TODO AMOR ES POLÍTICO

Ese amor fue anómico, el de anoche, el de las otras noches, el de las noches que vendrán. Aunque no sé si fue amor, quizá un amorío. Pero al menos hubo, dirían los teóricos, "una correspondencia empírica en la admiración dispensada entre ambos cuerpos".
Le diste un beso impensado y la descolocaste. Si no le gustaba, te pegaba una cachetada y te ibas. El riesgo era mínimo. Tan sólo algunos dedos tatuadas en la mejilla por unas horas.
Pero, tal como pensaste, dudó. Te puso cara rara, como de taxista sin gps, después apretó la mandíbula y mostró una mirada cómplice, cargada de silencios. Ahí nomás vino el segundo beso, aún más firme. Y es que la duda es el terreno más propicio para que juegen los audaces. Si agarró viaje, ya está. No hay vuelta atrás. Y así fue. Ambos decidieron jugar sin reglas, al menos no con las viejas reglas conocidas, esas que hablan de la corrección política en el arte de la seducción. Cuando se entra en el terreno del todo vale, no hay constitución, no hay estado de derecho, hay estado de desesperación, reina la anarquía, cuando les quemás el manual en la cara, ellas también están jugadas, ellas tampoco sabrán qué hacer. No hay apego a la norma, hay apego a la broma. Y el remate viene así: "el amor no gobierna ni delibera, sino a través de sus amantes." Es lo más parecido a una democracia perfecta.
Se fueron de la mano sabiendo que lo de ellos duraría lo que un gobierno no peronista en el sillón de Rivadavia. Demasiado poco tiempo como para andar poniéndose títulos. Pero se los veía felices, dibujando en el aire esas muecas efímeras que confunden a los escépticos. "Vamos despacio", le dijo. Ella no supo a qué se refería.

lunes, 22 de marzo de 2010

AUSENCIA

Hacerse parte del aire es como techar el cielo de un soplido. Es necesariamente imposible. Imposiblemente necesario. Peo hay quienes se van sin decir adiós.
¿Qué son los juegos de palabras sino sillas aéreas que te sacan de los laberintos?
De los laberintos que te enredan y te pierden, que te arropan y te estrujan.
La invisibilidad es un don. Un don de los que ya no están para darse cuenta que lo llevan consigo.

viernes, 19 de marzo de 2010

FUE

¿Te das cuenta que esto se termina, que se acaba?
Indefectiblemente se acaba. Este momento ya está, ya pasó. Ya no existe.
Caput.
C`est fini.

miércoles, 17 de marzo de 2010

LO QUE ME COSTÓ EL AMOR DE LAURA

Esta notable opereta criolla de Alejandro Dolina estaba agotada hace muchísimo. Editorial Planeta volvió a editarla. Está a 79 pesos y viene con un cd doble. Lindo regalo para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero.

domingo, 21 de febrero de 2010

EL ASESINO ILUSTRADO (I entrega)

En realidad el que tiene más miedo soy yo, aunque no lo aparente.
Asomo mi boca de lobo hambriento al pasillo y no viene nadie. Espero, miro el reloj, el techo, de nuevo el reloj, de nuevo espero. No viene nadie.
- Zuter, prepárese, le llegaron visitas, moduló un viejo doblado por el paso del tiempo.
Era el guardia más antiguo del pabellón siete, ese que es famoso por los vidrios circulares rotos que nadie nunca intentó reparar. Dicen que una riña histórica entre internados y guardias dejó así el ventanal. “El cuco” Saravia agarró a martillazos a un enfermero que por las noches le susurraba al oído que si se portaba mal le iba a electrificar el pene con una soldadora. “La momia” Perkins le incrustó una sombrilla en el ojo al sereno, desde ese día bautizado como “el tuerto” Marquez. Y “el Gatillo” Lencina le partió una máquina de escribir en la cabeza al guardia del pabellón de “irrecuperables”. La trifulca duró casi tres horas, y hasta que llegó la policía, el pasillo que unía la dirección con el comedor fue una verdadera fiesta. Al grito de “Si no somos locos, los locos donde están”, desafiaron a la policía descargando los matafuegos que colgaban de las columnas. Los líderes de la intentona golpista fueron detenidos en medio de un manto de polvo blanco irrespirable. Los tres cabecillas (Saravia, Perkins y Lencina) fueron penados con seis meses de aislamiento en el calabozo de “concientización”. Fue allí que conocí a Armando, una tarde que sopapeé a una cocinera que me trajo una polenta dura como un garrote y me tildaron de desagradecido.
Son las siete de la tarde y en el salón de visitas sólo está Armando jugando al yo-yo con un rollo de cinta adhesiva. Tenía la mirada puesta en el parque y su mano derecha imitaba movimientos hacia arriba y abajo. Las nubes eran lo más parecido a un pasado que ya no volverá. Sólo restaba contar hasta diez o hasta veinte para que los algodones intocables se vuelvan tormenta, y la tormenta viento y el viento agua.
Cuando las primeras gotas comenzaron a darse la cabeza contra el techo de chapa y los ventanales de vidrio, Armando dejó de jugar. Tomó la cinta, cortó un pedazo y tapó su boca. Cruzó las manos y miró hacia arriba. Como desafiando a la lluvia, avisándole que jamás entrarán moscas en una boca cerrada.
La periodista que se acerca a la mesa vacía es rubia y tiene un rodete en lo alto de su cabeza, al mejor estilo Isabel Perón.
El chiste de bienvenida no le cayó del todo bien.
- ¿A dónde dejó al brujo?
- ¿Cómo? ¿Qué brujo?
- Dele, doña, no me diga que vino sola. Yo sé que Lopecito debe andar vigilando por ahí.
- Pero Señor Zuter, me dijeron que estaba bien de salud, que podíamos mantener una charla coherente. ¿De qué brujo me habla?
- Bueno, señora, evidentemente la profesión le ha extirpado el sentido del humor. Olvídese. Vamos a lo nuestro. Cuando quiera…

EL ASESINO ILUSTRADO (II entrega)

La volví a escrutar de pies a cabeza. De ese rodete hermético podían salir la mejor de las preguntas o las más estúpidas reflexiones. Las que se peinan así, estirando todo el pelo hacia el baúl de la cabeza, asfixiando a un puñado de cabellos indefensos, son las más peligrosas. Esas cabezas que reprimen pelos esconden algo. Quizá, son asesinas en potencia.
- ¿Cuánto hace que está en rehabilitación?
- Dos años, cuatro meses y dieciséis días.
- ¿Escribe en sus ratos libres?
- No tengo ratos que no sean libres. Escribo todo el tiempo, a toda hora, salvo cuando me interrumpen por alguna cuestión, como es su caso.
- ¿Por qué me concedió la entrevista si usted me considera una molestia?
- Porque tenía ganas de charlar con alguien. Acá están todos demasiado cuerdos para mi gusto. Además quería conocerla, desde la universidad que leo sus columnas los domingos. Usted sabe que le tengo aprecio, pero eso no quita que le diga lo que pienso. Siempre me parecieron una reverenda mierda esas columnas, pura mierda disfrazada de calidad literaria. Pero claro, cuando el estiércol se envuelve en papel de diario, tiene otro gusto, ¿no?
- ¿Usted odia a todos los periodistas?
- Yo no diría odio. A ver, es una cuestión de justicia. Hay que terminar con los supuestos guardianes de la verdad. Se acabó la mentira, tienen que dejar de engañar a la gente.
- ¿Qué es el periodismo para usted?
- Todo lo contrario a lo que usted escribe en sus columnas. Si un domingo quiere darme una alegría, haga todo lo contrario a lo que hace. O, mejor, dedíquese a otra cosa. Lo que hace, además de espantoso, es perjudicial para la salud. Su pluma es vomitiva, señora.
- ¿Es verdad que está escribiendo un libro sobre sus días en la cárcel?
- Por supuesto. Pero no sólo eso, también dejo sentado en esas páginas los próximos blancos. Yo que usted lo leería. Es un gran gesto de compasión el que tengo hacia mis colegas al avisarles que voy por su cabeza.
- ¿Se arrepiente de algo?
- Sí, claro. Si no nos arrepintiéramos no seríamos humanos. Me arrepiento, por supuesto, de no haber matado a más periodistas antes que me encierren en este frasco de mierda.
- Según la justicia, usted no está en su sano juicio. Los siete asesinatos que cometió contra periodistas (los siete realizado el 7 de junio de 2001) quedaron impunes ya que usted no tenía “real dimensión del límite existente entre el bien y el mal? ¿Qué es el mal para usted?
- Ustedes.
- ¿Qué es el bien?
- Poder eliminarlos.
- ¿Se considera un demente?
- Por supuesto.

EL ASESINO ILUSTRADO (III entrega)

- A cada víctima, usted le dedicó una carta, a modo de crónica periodística.
1) María Paz Centello, le aplicó tres tiros en la nuca, cuando entraba el auto a su cochera: “ La objetividad se fue con ella”.
2) Horacio Romero Funes, lo ahorcó con su propia corbata y lo envolvió con una remera de Bochini: “El único independiente es el de Avellaneda”.
3) Abril Contreras, primero lo noqueó de una trompada en el mentón y después le tiró la computadora encima: “En otoño, la sangre seca mejor”.
4) Julio Sacripanti, una vez anestesiado le clavó veinte lapiceras bic sobre la espalda, la sangre inundó la habitación: “ Con tinta llegaste, con tinta te fuiste”.
5) Alejandro Pernacky, Lo ahorcó con las dos manos: “Sucio mercenario. Masticarás tu propio polvo”.
6) Gregorio Salinger, le ató el pene a una soga y luego lo calcinó en el horno junto a un ejemplar de Un guardián entre el centeno: “Me dio pena por tu glorioso apellido, pero no eras más que un escriba del poder de turno. Muerto es donde mejor servirás a la patria”.
7) Arístides Royal Hokes, lo ahogó en la bañera, dándole golpes en la cabeza con una sopapa para destapar el inodoro. “Deberías haber muerto ahogado en el río, por inundarnos a mentiras”.

- ¿Ya tiene el próximo título?, me preguntó desafiante.
- Es la primera pregunta inteligente de la tarde. Claro que lo tengo, pero si se lo digo pierde la gracia. Y la gracia y la dignidad son las dos últimas cosas que debemos perder los que ya perdimos la libertad.
- ¿Es feliz?
- Hasta que no termine con la lista que tengo pendiente, jamás podría afirmarlo. Pero oliendo la sangre de mis futuras víctimas, siento algo muy parecido a la felicidad. Aunque no es exactamente eso. Ponga eso que dijo Lennon, que la felicidad es un revolver caliente. Le di un gran título, no se puede quejar.

EL ASESINO ILUSTRADO (IV entrega)

La periodista comenzó a sentirse mal, hizo un par de arcadas primero y el desenlace fue previsible. Humedeció la mesa de un líquido amarillento.
- Vomitó su esencia, quédese tranquila. No está mal expulsar el amarillsimo del alma de vez en cuando. Métase los dedos tres veces por semana para purificar el alma. Yo lo hice durante muchos años, después de leer sus columnas de domingo.

Se excusó y fue al baño. Volvió pálida como un paquete de harina y sostuvo su cuerpo flácido apoyándose sobre el respaldo de la silla.
- Además de asesino, es usted un maleducado. Ojalá se pudra aquí adentro.
- Pero señora… ¿Usted se fijó bien en la cara de la gente cuando camina por la calle? ¿No le ve cara de asesinos a todos? ¿No cree que cada ceño fruncido es una bala alojada en la conciencia, que cada puño cerrado es un gatillo a punto de disparar? Piénselo, no creo que haya más inocentes que culpables.
Eso quedó grabado.
Se acomodó su rodete y comenzó a señalarme con el dedo. Era ella, no había dudas que era ella. Como si me apuntara con su columna dominical, era inconfundiblemente ella, como si escupiera ríos de tinta edulcorado con dogmas que huelen a naftalina. Me seguía señalando, ahora la voz se levantaba como un enano que crece de golpe, yo seguía mirándola, sentado en mi trinchera. Otra vez el dedo en alto, con su estilo inquisidor, un dedo índice (de la mano derecha) que parece portar en su yema toda la verdad del mundo.

Apagó el grabador y me sentí en el aire. Sé que era uno solo, pero yo me sentía dos personas en una. Por un lado está el hombre que le miró el culo a la periodista que se acaba de levantar de la silla, y por otro lado está el hombre que se metió dentro de su rodete sin que ella lo intuyera.
Ese segundo hombre es el encargado de ahora en más de vigilar todos sus movimientos, de perseguirla, de acompañarla, de guiarla, de atosigarla. De soplarle en la nuca hasta dejarla sin aliento. De ayudarla a vomitar tres veces a la semana.
Y el primer hombre, el que tiene el codo hundido en la mesa y cuyos ojos cuentan las gotas que caen detrás de vidrios rotos con forma de óvalo, se quedó elaborando teorías sobre la mujer que acaba de partir.
A esa mina le falta algo, pensé. Se la veía desprotegida, temerosa. Más sola que una maleta en la cinta de un aeropuerto de madrugada. Me moría de ganas por ir a abrazarla. Pero preferí mantener la distancia, la prudente y objetiva distancia que separa al asesino de su propia víctima, de su futura presa.

Armando giró la cabeza y vio desde el fondo del salón toda la escena. Ya se había quitado su bozal de cinta, pero seguía subiendo y bajando la mano derecha como un autómata. Me di cuenta que no estaba tan solo como creía.

sábado, 20 de febrero de 2010

PREGUNTAS

¿Por qué es gorda si no come?

¿Por qué pide y no roba?

¿Por qué me mira y no llora?

¿Por qué usa sus manos para dejar la tarjetita sobre mi mesa y no para ahorcarme?

¿Por qué somos tan indiferentes ante la desgracia ajena?

¿Por qué no nos escandalizamos ante lo habitual?

¿Por qué una moneda les arranca una sonrisa?

¿Por qué no los miramos de frente?

¿Por qué seimpre la respuesta es un NO?



¿POR QUÉ HAY TANTAS PREGUNTAS ESCRITAS EN MAYÚSCULA Y NINGUNA RESPUESTA NI SIQUIERA EN MINÚSCULA?

CAMINOS

La ruta te llevará lejos, si quieres ir lejos; te llevará cerca, si quieres ir cerca. Y no te llevará a ninguna parte si decides quedarte inmóvil como la propia ruta.
Como una obra de arte eterna, el camino vigila el andar de los que vagan sin mirar.

sábado, 13 de febrero de 2010

COSAS SENCILLAS

Hay cosas sencillas de entender. Una flor es una flor y una noche es una noche. Un montón de ladrillos son un montón de ladrillos.
Pero si una noche cualquiera él se para sobre un pilar de ladrillos desvencijados y, del otro lado de la tapia, ella estira su mano y recibe una flor perfumada, ahí cambia la cosa.

Ahí está el amor. Y el amor es el amor. Y eso no es fácil de entender. Menos de explicar. Pero es. Es como un ladrillazo que te acaricia con el perfume de una flor una noche cualquiera.

jueves, 4 de febrero de 2010

Blowin' In The Wind



How many roads must a man walk down
Before you call him a man?
How many seas must a white dove sail
Before she sleeps in the sand?
How many times must the cannon balls fly
Before they're forever banned?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
The answer is blowin' in the wind.

How many years can a mountain exist
Before it's washed to the sea?
How many years can some people exist
Before they're allowed to be free?
How many times can a man turn his head,
Pretending he just doesn't see?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
The answer is blowin' in the wind.

How many times must a man look up
Before he can see the sky?
How many ears must one man have
Before he can hear people cry?
How many deaths will it take till he knows
That too many people have died?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
The answer is blowin' in the wind.

Bob Dylan, 1967.

lunes, 1 de febrero de 2010

Tomás Eloy Martinez (1934 - 2010)



Y se fue uno de esos prolíficos. De los que ya no hay. De los que quedan pocos.
Es una verdad irrefutable esa que dice que los cementerios están repletos de imprescindibles.

domingo, 24 de enero de 2010

AÑOS

- Los años vienen más cortos, no me jodas. Nos están afanando, ¿no te diste cuenta?
- ¿Vos decís?
- No lo digo yo, lo dice el almanaque. Ayer ya arranqué el mes de junio y recién estamos en enero. Nos están afanando, te lo digo en serio. ¿A vos cuántos meses te duro el año pasado?
- Tenés razón. Pensándolo así, no me duró más de siete, seis más bien.
- Viste, la mano viene jodida. El tiempo es un hijo de mil puta y yo con gente de mierda no me junto más. Es algo que decidí hacer este año.
- ¿Y qué podemos hacer al respecto?
- Primero, no darle más bola a los calendarios. Segundo, juntarnos ya antes que nos cagemos muriendo.
- ¿Vos como estás?
- Mañana te cuento.
- Bueno, a qué hora nos juntamos.
- Ves que sos un boludo. Metete el reloj en el culo. Termino de almorzar y paso. Dejá la puerta abierta. Poné la pava. Llevo facturas.

viernes, 15 de enero de 2010

OCURRENCIAS

Las ocurrencias mueren y resucitan. Un buen día florecen y dan a luz y cobran vida como un hormiguero que es pisoteado por un soplido.
Despiertan de golpe y mientras caminan se van quitando las lagañas de los ojos.
Pero, como las mariposas, viven poco, casi nada. Y se marchitan. Y cavan su propia tumba, agachan la cabeza y se incrustan como alfileres en la tierra.
En el medio de tanta vida y tanta muerte las ideas cabalgan haciendo equilibrio para no desaparecer.
Las ocurrencias son como el mito del eterno retorno pero al revés.

sábado, 9 de enero de 2010

CARBURANDO

Las ganas de llegar. La falta de piernas para escalar lo más alto de la soledad. La bondad de las chicas que callan. La excentricidad de las que hablan de más. El problema de la puntualidad en las citas imposibles. Volver al primer amor, y al segundo, y al tercero. Pero volvés, siempre volvés. Romper mapas de caminos de ripio usados.
Es que esas que están buenas como la nafta súper, van a seguir estándolo por los siglos de los siglos, hasta que se sequen las bocas de petróleo. Hasta que sus bocas dejen de saber a utopía fresca, a río innavegable. A colina alta, a puerta giratoria que se abre del lado de adentro.

Este clima me sienta bien. Este viento que te peina para atrás parece sabio. Esas olas que se quiebran como marionetas sin calcio tienen algo de verdad que no alcanzo a entender. Me acerco para oírlas, pero son muchas voces juntas que cantan una canción imposible de tararear.
Alguien las aplaude, no soy yo.

¿Por qué alguien dijo una vez que siempre que llovió paró y nunca nadie dijo que cada ola que rompió, murió? Será que sólo importa lo que viene de arriba. Todavía no se dieron cuenta que las nubes y las olas son como esas primas que se ven poco, pero cuando se encuentran en las fiestas de fin de año se abrazan fuerte y se emborrachan juntas. Doy fé.

Dicen que el mar te moja. Para mí, seca más de lo que moja. No puede haber sino tantas palabras tiradas al mar y que regresen intactas como el pañuelo de un tipo al que le arrancaron los ojos.

Y hay algunas que no vuelven. Esas dan vueltas en la cabeza hasta que salen como por arte de magia. Tantas ideas sueltas como puntos seguidos en un texto desordenado y anárquico.

viernes, 8 de enero de 2010

MAR

Ferpecto mria el mar y piensa.
Acá está todo, dice. Acá se resume todo lo que importa. Acá está lo bueno y lo malo, lo débil y lo fuerte,lo indispensable y lo prescindible. ¿Puede ser que en un pedazo de agua esté todo? Lo infinito, lo profundo, lo efímero, lo celestial. La postal de la perfección. Si ese muelle que vigila de fondo nunca está en el mismo lugar. Si acá nada nunca está en el mismo lugar. O eso parece.
Y el sonido, mejor no hablemos del sonido. No digamos nada de cuando los pulmones mojados del mar se ponen a soplar como elefantes. Él no quiere hablar de eso porque sino debería ponerse a filosofar de cómo escucha através de los caracoles las tripas del mar y no quiere. Le da escalofrío.
El mar es el cielo de los que aún no murieron. La costa es el purgatorio. Por las dudas se mojó la punta de los pies y caminó dejando huellas húmedas. Es la identidad lo que no quiere perder. Se dio vuelta y vio que sus pasos se habían manchado de espuma y sal. Ya no estaban. Eran otros y eran los mismos. Acá está todo, dijo.