“Hay algo peor que la angustia de la página en blanco. Algo peor que no tener ninguna historia que contar: es haber oído demasiadas, y no poder olvidarlas.”
FABIAN POLOSECKI (1964-1996)

miércoles, 13 de mayo de 2009

ENTRE DOS AGUAS*



Mis oídos están ciegos,
Por culpa del grito ensordecedor de tu silencio.
Si al menos me hicieras alguna mueca, alguna seña. Pero no.
Elegiste ese grito vacío para recordarme cuán presente está tu ausencia.

Es que en las noches las almohadas bostezan,
Los pasillos se angostan y ni la oscuridad los habita.
Las sábanas preguntan por vos y ya no sé que más decirle.

Las voces se pierden en el eco de la madrugada,
Ninguna te pertenece… has elegido callar, y esa
Fue tu mejor opción.

Ya no vienes a buscarme y la luna se marchó con vos.
La lluvia no se anima a llorar por miedo a que su ruido
Perturbe tu silencio.

Si ella supiera que hace días tu silencio me perfora el oído,
No tardará en largarse el aguacero.

Serán días de cuerpos húmedos salpicados por gotas cristalinas,
Serán días de horas secas y minutos con sabor a madera vieja.

Al fin se largó, ahora gritan desde lo alto y caen desde arriba
Como un manto de limosna.
Ante tanta boca muda,
Ante tanta voz quieta,
Ese grito en el desierto se empapa de sonido,
Justo cuando tu voz se levanta y ya nadie quiere oírte.

*Escrito por un poeta que decidió perderse en el mar, leyendo sus versos en voz alta hasta que las olas lo fueron cubriendo y su cuerpo se perdió como una gota de agua entre la inmensidad azul.

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