“Hay algo peor que la angustia de la página en blanco. Algo peor que no tener ninguna historia que contar: es haber oído demasiadas, y no poder olvidarlas.”
FABIAN POLOSECKI (1964-1996)

lunes, 13 de abril de 2009

ESCENAS DE LA VIDA POSMODERNA



Ayer le corté el teléfono a Beatriz Sarlo. Eran las 15.52 y la señora del otro lado del tubo decía en forma de cascadas ascendentes cosas como las que siguen:

“No le voy a poder aportar nada a su investigación.”

“Yo cuando me siento a conversar con alguien es porque tengo algo interesante que decir, y no creo que sea este el caso. No sé nada de televisión.”

“No podría hablarle de Tato Bores, debo haber visto 5 programas de él en toda mi vida, además casi no veo televisión y no podría compararlo con la actualidad.”

“El humor político no me interesa.”

“Lo que le puede servir está en mis libros, de videopolítica no sé más que lo que allí puede encontrar, más no le puedo agregar.”

“No es mi intención discutir con usted, no lo conozco.”

“Es estéril esta conversación. Disculpe señor.”

Me surgen varios interrogantes, como yuyos que crecen entre la baldosa de cemento: ¿Qué le pasó a Betty? ¿Por qué se calentó y me despachó con altura? ¿Honestidad brutal? ¿Falsa humildad? ¿Fiaca intelectual? ¿Le habré cagado la siesta?
Me inclino por esta última.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Alguna vez me hablaste de la humildad de los grandes, se ve que la señora se olvidó de este ítem. Besos, la turca...

Ferdydurke dijo...

Sí, evidentemente se le olvidó. O puede ser que jamás estuvo en sus planes ser humilde. Vaya uno a saber.